EDUCACIÓN

Viajar al espacio o acariciar una ballena: la escuela del metaverso empieza en Benalmádena

El Colegio Internacional de Torrequebrada abre en un campus virtual de 36.000 metros cuadrados

Los alumnos pueden descubrir nuevas experiencias con una gafas de realidad virtual J.J.M.

J.J. Madueño

Estudiar la ley de la gravedad desde la Estación Espacial Internacional para saber qué siente cuando esta no existe, el océano acariciando a una ballena jorobada en el fondo marino, filosofía escuchando la Sócrates delante de sus alumnos o la historia de Europa desde la imprenta de Gutenberg. No hay distancia, espacio o tiempo que no se puedan sortear en el Colegio Internacional de Torrequebrada de Benalmádena gracias al metaverso. Es una nueva dimensión educativa.

Este centro está inmerso desde hace más de un año en un proyecto para trasladar sus espacios al metaverso. Desde ahí consiguen abrir a los alumnos posibilidades en esa dimensión que en la realidad no son posibles. «Igual que hay otros sectores, como bancos o grandes empresas, ahora también está la Educación, pero no es fácil. Para ello debemos garantizar la identidad de quién está , hacer un seguimiento a los alumnos y que haya una seguridad jurídica», explica Sonia Díez, promotora del proyecto y fundadora de EducAcción.

Para conseguirlo se ha creado un 'Educaverso'. Es un campus de 36.000 metros cuadrados . Está pensado para que se instalen instituciones educativas, como un instituto internacional, escuelas de formación con la de la Liga o la NBA o centros de desarrollo sostenible. Pueden adquirir su parcela e instalarse para abrir una nueva dimensión con la que educar a sus alumnos. El primero en estar en el Colegio Internacional de Torrequebrada.

La creación del campus ha requerido un testeo realizado con más de 16.000 alumnos, 3.500 profesores y 150 centros educativos. De ahí ha salido una espacio virtual en el que expandir las experiencias del aprendizaje en el aula. Eso se hace sin perder de vista el propio centro. « No podemos prescindir de los espacios físicos porque los necesitamos, buscamos ese anclaje con el espacio físico», señala José Picón, arquitecto que ha desarrollado la idea.

Antes de recrear el colegio en el metaverso, este estudio de arquitectura ha transformado el propio centro de Benalmádena. El comedor es un restaurante escolar en una estancia multiusos que es laboratorio de ciencias, espacio de arte y biblioteca. Un lugar desde donde viajar a otros mundos en otra dimensión sólo con unas gafas de realidad virtual .

El arquitecto José Picón presenta el centro en el metaverso J.J.M.

El colegio se ha transformado y luego se ha volcado a ese campus para que los alumnos puedan ampliar las experiencias en el estudio. «No podemos derribar todos los muros , ni el suelo, ni los techos, pero podemos ir al metaverso», afirma Picón.

Irse a una universo nuevo, pero reglado. El estudio de Picón está desarrollando un Plan General de Ordenación Urbana para el 'Educaverso' con la idea que todos los que se instalen tengan unas normas claras de cómo deben ser las edificaciones. Porque es algo abierto, donde todos puedan interactuar. Los avatares de los alumnos son definidos por el propio colegio .

La comunidad se regula mediante el diálogo abierto entre sus habitantes, además permite t ransacciones económicas con una criptomenda llamada 'axon' . Es con lo que se puede pagar la matrícula, comprar o alquilar las parcelas dentro de este campus para poder desarrollar un proyectos o incluso hacerse con merchandising. Esta todo pensado, hasta cómo combatir la volatilidad de las criptomonedas con un algoritmo que hace estable la inversión para convertirla en euros o dólares. Un nuevo mundo donde educar sin fronteras, pero sin dejar su propio centro de estudios.

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