Málaga

Se retira el último concejal de la independencia de Torremolinos

Ramón del Cid ha estado 31 años con un asiento en el pleno de la ciudad y ha sido durante 20 años una de las personas con más poder en el Consistorio

Ramón del Cid tras su despedida del pleno de Torremolinos ABC

J.J. Madueño

Ramón del Cid es un veterano de la política. Este año cerraba las listas del PP de Torremolinos sabiendo que ese puesto honorífico era su retirada de la primera línea de la política municipal. El día señalado ha sido este jueves, cuando se ha consumado su despedida ante el pleno. En la última sesión de este mandato ha dicho adiós a 31 años de representación pública en ese mismo órgano de decisión local. Entró cuando se constituyó el Ayuntamiento en 1988 y se va cuando el relevo en el PP, cuitas internas al margen, se ha garantizado con unas elecciones ganadas y una Alcaldía pendiente de un pacto con varias fuerzas políticas.

Hasta este momento, era el único superviviente de aquella lucha social histórica por un ser un pueblo. Tras la segregación del barrio de Torremolinos para convertirse en un municipio por sí mismo, fue nombrado concejal. Desde entonces, no sólo ha sido uno de los ediles fijos en la Corporación, sino parte del equipo de gobierno que transformó Torremolinos. Del Cid fue durante 20 años una de las personas con más poder en el Consistorio , como mano derecha del eterno alcalde Pedro Fernández Montes.

Se despidió con un discurso lleno de recuerdos, como aquel pleno presidido por Antonio Maldonado, presiente de la Diputación de Málaga, en el que Torremolinos consiguió su autonomía como ciudad. «Marcó la etapa democrática de nuestro municipio» , señaló Del Cid, quien agradeció a todos los compañeros de corporación «sin hacer distinciones de siglas políticas» su trabajo por la ciudad.

También tuvo palabras de cariño para los trabajadores municipales y para la aquellos que le han prestado su apoyo «desde 7 de junio de 1980 hasta el pasado 26 de mayo de este año». «He tenido la suerte de conocerlos a todos y por ello he sido un privilegiado» , subrayó el que todavía era edil popular del Consistorio.

Un privilegiado

«Todo lo que tiene un principio, tiene un final» , abundó el veterano político, que dijo que Torremolinos «es una maquina imparable» y que el próximo sábado –cuando se constituye la nueva corporación– «se experimentará una parada técnica». En ella se bajará para dar paso a una nueva generación de populares en Torremolinos que encabeza su sobrina, Margarita del Cid, ganadora de las últimas elecciones y a la espera de cerrar un pacto para poder gobernar.

Sobre los ediles que tomarán posesión el próximo sábado dijo que está convencido de que trabajarán y pondrán todo su empeño y su conocimiento «en conseguir un Torremolinos mejor para todos los vecinos». «No me quiero ir sin pedir a la nueva Corporación que entre que en nuestra futura fiesta patronal, y con motivo de la celebración del aniversario de nuestra segregación , se convoque a una reunión a todos los concejales de nuestro ayuntamiento, para que sigan siendo parte de nuestra historia», pidió Ramón del Cid.

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