Mark Ryden junto a «Wood Meat Dress»
Mark Ryden junto a «Wood Meat Dress» - J. J. M.
ARTE

Mark Ryden descubre dos décadas de «maravillas» en Málaga

Una retrospectiva del Centro de Arte Contemporáneo repasa por primera vez en Europa la obra del padre del surrealismo pop

MÁLAGA Actualizado: Guardar
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El complejo, turbulento, melancólico y surrealista universo de Mark Ryden está en Málaga. Una muestra retrospectiva del Centro de Arte de Contemporáneo (CAC) repasa el «mundo de maravillas» del que es considerado «padre del surrealismo pop», como lo presentó el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre. Abejas, ojos, fetos o los símbolos de la astrología han tomado la conciencia de este museo, que espera que todo se desborde para ver la obra de este referente de la pintura del siglo XX y XXI. «Va a venir gente de todos lados. Nos han llamado desde Argentina, Estados Unidos o cualquier país que se imagine de Europa para preguntarnos por la exposición con intención de venir», aseguran los organizadores.

La ocasión lo merece.

La muestra organizada recorre 20 años de obra de este pintor con 55 de las 155 obras existentes bajo su firma. «Se pensó en traer 60 y han conseguido 55. Han cumplido el objetivo en sólo un año», ha destacado Mark Ryden en la mañana del viernes, horas antes de que la sala que acoge su obra abra al público. Una exposición que es fruto del destino. El CAC pensaba organizar una muestra homenaje a este pintor, mientras que Ryden meditaba la posibilidad de volver a exponer sus creaciones. Una llamada de Fernando Francés, director del CAC y comisario de la muestra, a Paul Kasmin, galerista de Ryden, abrió un camino que pasó por un encuentro en Nueva York y una visita a la Semana Santa de Málaga con Antonio Banderas como anfitrión de la experiencia.

No ha sido fácil. Más del 90 por ciento las obras expuestas pertenecen a coleccionistas privados. «Los contratos de cesión en Estados Unidos son mucho más complejos que en Europa», ha detalla Fernando Francés, director del CAC de Málaga, quien explicó que «cada coleccionista ha impuesto sus condiciones». Ha habido que contratar seguros millonarios con seis casas internacionales diferentes, medidas de seguridad extraordinarias y transportes especiales para hacer de la muestra una realidad. «No hay más de tres obras que procedan de un mismo lugar», ha recordado Francés.

«Quería que el espectador europeo pudiera ponerse de pie delante de mi obra. Hasta ahora sólo podía haberlo hecho en Estados Unidos», ha asegurado Mark Ryden, que está en Málaga acompañado por su esposa Marion Peck, otro de los grandes pinceles de la actualidad. Eligió Málaga para ello y «ha traspasado todos los límites de los artistas que han pasado por el CAC», según Fernando Francés, cuyo museo ya ha acogido grandes nombres como Miquel Barceló o Marina Abramovic, cuyo éxito desbordó las previsiones de este espacio de exposiciones.

Ya hace diez años de su última exposición. Fue en Estados Unidos. Aquella retrospectiva viajó por Seattle o Pasadena, pero nunca salió del país. Ahora cruza el Atlántico con una nueva dimensión. «Es una de las más grandes que se ha hecho, porque abarca toda la obra desde el principio», ha recordado el pintor. «La cámara de las maravillas» es un repaso único. «Es fruto de la evolución del artista. Una reflexión sobre aspectos que sólo están en el subconsciente. Cada obra es una ventana llena de metáforas, figuras, iconografías e historias», ha explicado Fernando Francés, comisario de la exposición, quien ha destacado que es un lugar donde «el artista se desnuda».

No faltan grandes obras como «Dodecaedro», que aglutina los símbolos de su imaginario. «Queen Bee» de 2013, la metáfora de «Sophia´s Bubbles» (2008), la impresionante «Aurora» (2015), «El árbol de la vida» (2006) o el recuerdo en «Dangerous-Michael Jackson» de 1991. Un repaso extenso que aporta novedades. Entre todo se puede observar «Wood Meat Dress» (2016). Una gran imagen de madera creada para la ocasión y que nace de la tradición malagueña. De aquel viaje de Mark Ryden para cononcer el espacio expositivo durante la Semana Santa. Se acercó a las procesiones y quedó «emocionado». «Quería verlas todas», recordaba Ryden. De allí nació una escultura en madera, rememorando las grandes tallas de los imagineros que desfilan por la tradición andaluza y profundizando también en su universo pop, donde la madera es trata con un respeto único por ser arte moldeado a través de un ser viviente.

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