Incendio de Benahavís

Málaga lucha contra el primer gran incendio del verano bajo el recuerdo de Sierra Bermeja

La mayoría de los 2.ooo vecinos desalojados pudieron volver durante la noche a sus casas sin peligro

Los helicópteros, durante las tareas de extinción en Benahavís Jesús Mérida

J.J. Madueño

Tania y Andrea miran a Benahavís desde la distancia apoyadas en un todoterreno. El humo es una gran cúpula sobre la montaña . Su casa está debajo. Quieren regresar, pero lo impide el fuego. Ese que se originó el miércoles a las 15.00 horas en Pujerra, en una finca ilustre como La Resinera, propiedad del Banco Exterior Libio, vinculada en otro tiempo a Gadafi, por eso de que el dictador era el estado. Allí comenzó a arder pasto sin afectar a la arboleda, pero descontroló. El fuego ha devuelto los peores fantasmas a la zona. A aquel incendio de septiembre que calcinó 10.000 hectáreas y se llevó la vida de un bombero forestal. «Es inevitable hacer la comparativa con Sierra Bermeja» , aseguró Alejandro García, subdirector del Centro Operativo Regional del Infoca y director de Extinción del incendio cuando se cumplieron las primeras 24 horas de trabajos contra las llamas.

Más de mil efectivos entre bomberos, militares, fuerzas y cuerpos de seguridad o Protección Civil se emplean a fondo para poder luchar contra este fuego, que ha calcinado ya más de 2.150 hectáreas en un día y tiene fuera de sus casas a 2.000 personas. Aunque se ha evaluado la posibilidad de que algunos volvieran, se ha tenido que descartar. « Lo fundamental es la vida y seguridad de las personas . Es el aspecto más importante», reseñó Juan Ramón Fernández, subdirector regional de Emergencias 112 Andalucía.

Durante la madrugada se desalojaron seis viviendas de un núcleo de diseminados de la zona de Velerín Alto en Estepona. Durante la tarde y primeras horas de la noche del miércoles se produjo el desalojo preventivo del casco urbano de Benahavís, así como de las urbanizaciones de Montemayor, Marbella Club y Benahavís Hill. «No me lo creía. Es la primera vez que se evacua el pueblo entero por un incendio. Parecía una película con todo el mundo saliendo », recordaba María del Mar Martínez, que estaba en la Carpa Municipal de San Pedro de Alcántara en Marbella, donde unas 300 personas se refugiaron el fuego.

Muchos tratan de sobreponerse a lo vivido. «Me dio un ataque de ansiedad» , dice un niño, que está con su familia junto a una autocaravana. Allí su madre recuerda el caos cuando llamó la Policía Local a su puerta, mientras la Guardia Civil iba por las calles con la megafonía. «Les dijimos que era una aventura, que esa noche todo Benahavís iba a dormir junto », explica Claudia Reyero, quien añade que los niños creían que se iban para siempre del pueblo.

Varios vecinos en la carpa de San Pedro en Marbella Jesús Mérida

La noche la han pasado pendientes de la evolución del incendio. Mirando el pueblo blanco sobre la ladera llena de vegetación. «Había un momento en el que el fuego se veía bajar por la montaña hacia las casas », recuerda Lorena Guerrero, que como otros muchos ha pasado la noche en el coche. «Pasamos miedo, salimos con lo puesto», añade Alejandro Sánchez sentado en una de las camas portátiles previstas.

Es lo mismo que sintió José León Israel: « Creíamos que arrasaba el pueblo . Nos pusimos en lo peor». «He subido esta madrugada dos veces a ver cómo iba y se acercaba al pueblo», explica Vicente Castro, que señala que su hijo de ocho años está con su abuela en San Pedro y que su esposa, embarazada de tres meses, ha pasado la noche con él en el automóvil. « Queremos volver a casa, aquí sólo tenemos un coche con dos almohadas », señala Castro.

Otros optaron por entrar a la Carpa para quedarse en uno de los 97 camastros dispuestos con mantas de Cruz Roja. Comida, atención, vivienda y consuelo para aquellos que temen perderlo todo. Según los datos de Emergencias, fueron 37 personas las que se alojaron en este recinto. «Fuera había más. Se ha prestado atención a unas 300» , reseñaron fuentes municipales de Marbella, el municipio de acogida en esta ocasión.

Sobre las 22.00 horas, la dirección de la extinción del incendio dio luz verde al regreso la mayoría de los vecinos . Solo quedaron por regresar los de Montemayor en Benahavís y los del Velerín Alto en Estepona. El resto, la mayoría de los 2.000 desplazados, pudieron volver a casa por la buena evolución del fuego en el frente sur. Algo que no ocurría en la parte norte de la lucha contra las llamas.

Un soplo de aire fresco en un fuego que se originó en Pujerra, un municipio de unos 300 habitantes, en cuyo monte comenzó a arder pasto en una zona de difícil acceso. Desde allí es desde donde se propagó gracias al viento y a la orografía escarpadas . El frente norte cerca de Benahavís estaba muy activo, por lo que los vecinos, pese a las ganas de regresar a sus domicilios no se les permitió. Las llamas devoran con gran violencia, tanto que en la primera jornada de extinción tres bomberos forestales resultaron heridos . Dos con quemaduras leves y otro con el 25% de su cuerpo abrasado.

Del mismo modo, se ha recomendado desde la dirección de Emergencias a los vecinos de Pujerra y Júzcar que no abran puertas ni ventanas por la densa nube de humo que hay sobre estos dos municipios del Valle del Genal. Eso mientras los medios aéreos, 23 durante toda la jornada, preparaban el terreno para un ataque nocturno por tierra de los bomberos forestales con fuego quirúrgico, cortafuegos o extendiendo mangueras.

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