Incendio en Málaga

El fuego calcina 13.500 hectáreas en un año en Sierra Bermeja sin que haya detenidos

El Seprona de Málaga se ha hecho cargo de la investigación sobre este segundo incendio originado en una finca de Pujerra

Descargas sobre el fuego de Sierra Bermeja este pasado jueves J.J.M.

J.J. Madueño

Ni un año de distancia. Este pasado viernes, por fin, quedó estabilizado (aún falta para que se apague del todo) el incendio declarado el miércoles en Pujerra. Pero las cifras son tozudas. En menos de un año, dos fuegos han terminado prácticamente con el principal pulmón verde la provincia de Málaga. Con grandes consecuencias, no solo en lo forestal. En septiembre pasado murió un bombero y una brigada entera del Infoca tuvo un accidente aéreo. El miércoles otros tres efectivos de extinción resultaron heridos. Uno de ellos grave; tuvo que ser trasladado al hospital con quemaduras en sus piernas. Más de 5.000 personas en total tuvieron que ser desplazadas en los dos incendios. Pueblos amenazados por las llamas y más de 13.500 hectáreas calcinadas de masa forestal en Sierra Bermeja. Dos incendios para los que no se encuentran culpables.

El pasado septiembre, nada más echar a arder el monte, se dieron a conocer todos los detalles. Un coche entró por la carretera de Genalguacil hacia Peñas Blancas (Estepona). El conductor colocó una piña sobre hojarasca y la prendió. Subió varios kilómetros con el coche y repitió la operación. Casi diez días después en Sierra Bermeja 10.000 hectáreas habían sido calcinadas y Andalucía lloraba al almeriense Carlos Martínez, que perdió la vida cercado por el fuego. Los mensajes eran taxativos. La detención sería inminente, pero no se ha producido. El pirómano sigue libre .

Nueve meses después, cuando azotaba el terral con vientos de 40 kilómetros por hora y el calor era sofocante, comenzó a arder la finca La Resinera por Pujerra en una zona de difícil acceso en la montaña. El incendio ha calcinado que se sepa 3.500 hectáreas.

Allí comenzó el siniestro a las 15.04 horas del miércoles. Una treintena de llamadas levantaron todas las alarmas. En la memoria las llamas de más seis metros del primer incendio de Sierra Bermeja. «No podemos entrar», decían fuentes del Infoca, cuando relataban que lo escarpado del terreno y los fuertes vientos volvían a hacer imposible atacar el fuego por tierra. En esos intentos tres bomberos resultaron heridos . El más grave se recupera de sus quemaduras en el hospital Virgen del Rocío.

Adriano Vázquez en el puesto de mando avanzado de Benahavís Jesús Mérida

«Es un incendio que no esperas en estas fechas. Suelen darse luego en septiembre con el bosque más seco por las altas temperaturas del verano . La columna de humo era blanco porque aún había agua en la vegetación, al final del verano sería negra», señalaba Adriano Vázquez, director del centro provincial del Infoca, quien se veía otra vez cara a cara con las llamas en Sierra Bermeja.

Cuando se estabilizó la zona original entró el Seprona de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga. La investigación está abierta . «No se informa de nada. De los errores se aprende», remarcan fuentes cercanas a la investigación. La Benemérita no quiere otra feria de declaraciones sobre causas y culpables , como el año pasado. No benefició a las pesquisas, que ahora van a ser secretas y con los atestados remitidos sólo al juzgado.

El objetivo último es que Sierra Bermeja no vuelva a ser un infierno. En septiembre seis pueblos del Valle del Genal tuvieron que ser evacuados, además de urbanizaciones de Benahavís y Estepona. Más de 3.000 personas abandonaron su hogar. Esta semana han sido otros 2.000 vecinos los que han tenido que salir. «Es la primera vez en 70 años de vida que me evacúan y eso que en Benahavís hemos visto el fuego ahí enfrente en las montañas unas pocas veces », asegura Francisco Mena, uno de los vecinos del pueblo que tuvo salir el pasado jueves.

El pueblo quedó desierto. Los vecinos temieron lo peor. «Fui de los últimos en salir. Ayudé a la madre del propietario del restaurante, que es una persona mayor, a que la evacuaran en una ambulancia. El pueblo estaba desierto», señala Gaspar Rondón, entre las mesas vestidas con manteles con la cubertería dispuesta para recibir a los comensales. «Ya han llegado turistas para hacer reservas» , recuerda como síntoma de normalidad tras el desalojo, mientras los helicópteros pasan por encima las casas siguiendo con la extinción.

Las mesas ya estaban dispuestas en Benahavís para recibir a los comensales este viernes tras la estabilización del fuego J.J.M.

El trabajo no está acabado. Se queda un amplio retén de bomberos forestales del Infoca para acabar con las llamas que quedan en las montañas de Sierra Bermeja. Vuelven los vecinos a las urbanizaciones de lujo como Montemayor y Marbella Club, donde se abren las barreras para descapotables y los deportivos en los que los propietarios de las mansiones salieron huyendo el pasado miércoles por la noche rumbo a un hotel en la costa.

En el pueblo se recupera la vida. « Sólo había un poco de ceniza . Hemos estado dándole con la goma y ya está«, asevera Pablo Hernández. En esas tareas está afanada Albertina Jiménez en una de las calles, junto a unos contenedores, pero reconoce que no limpia cenizas, ya lo hizo por la mañana, sino los restos de los animales salvajes.

«La noche que hemos estado todos fuera no se ha recogido la basura y l os jabalíes han estado comiendo en los contenedores . Estoy limpiando la calle de cómo lo han dejado todo«, señala Jiménez, que retrata un pueblo tomado por los habitantes del monte, que con los humanos desalojados, se refugiaron en estas calles de su propio desahucio en el bosque en llamas.

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