Caso Julen

El dueño de la finca: «La Guardia Civil no se creía que Julen estuviera en el pozo»

Según la familia, hasta que no aparecieron los restos biólogicos del niño en el sondeo, se investigó si estaba en otro lugar

El director general de la Guardia Civil felicita a los agentes que participaron en el rescate de Julen Francis Silva

J.J. Madueño

Durante casi 13 días, la familia del pequeño Julen no perdió la esperanza de volver a ver al niño de dos años con vida, pero lamenta que su versión de los hechos no se creyera al cien por cien desde el primer momento. « Ni la Guardia Civil se creía que Julen estuviera en el pozo . Los primeros tres días, hasta que no se contrasta el ADN, no se lo creen. Creían que estábamos mintiendo», afirma David Serrano, dueño de la finca donde falleció el niño el pasado 13 enero en una conversación telefónica con ABC y primo del padre del niño fallecido.

En los primeros momentos, se tomó declaración a José Roselló y Victoria García, padre de Julen, y a David y Adriana Jiménez, primos de José y dueños de la parcela donde se estaba planeando una explotación de aguacates y mangos . Dijeron que el niño estaba en el pozo, pero la Guardia Civil le buscó por todo el entorno.

«Habíamos declarado que lo vimos caer y, al poco rato, nos dicen que, si en un despiste, el niño podría no estar allí»

«Habíamos declarado que lo vimos caer y, al poco rato, nos dicen que si en un despiste el niño podría no estar allí», afirma David Serrano, que añade: «Les habíamos dicho que l o había visto su padre y mi mujer , que el padre lo escuchó llorar». Casi 13 días después, la propia Guardia Civil lo sacó del pozo a las 1.25 horas, después de un rescate de ingeniería civil inédito hasta ese momento.

David recuerda aquel fatídico domingo de enero y cómo la comprabación de los restos bióloficos el día 16 a las 9.00 horas arrojó la certeza de que el niño estaba allí. Asegura que llegaron sobre las 13.00 horas a la parcela para hacer un arroz. «Les advertí de los peligros. Dije que había un balate –terraplén– y que un niño se podría caer por el monte o algo. También puse en conocimiento la existencia de ese pozo », afirma el dueño de la parcela a ABC.

«Allí arriba ya no tengo nada y no pienso volver jamás a esa parcela»

Serrano explica que se fue a encender fuego para poder cocinar y que cogió la motosierra para cortar leña. «Estábamos retirados del pozo» , señala antes de recordar el momento en el que descubrió que Julen había caído al pozo.

«De pronto escuché un grito y decir ¡Julen! ». Era la voz de José que gritaba al niño, que ya se había precipitado por el sondeo. «Lo vi cerca del pozo con mi mujer y la expresión que tenían me hizo correr. Me di cuenta de los gritos y vi cómo se llevaban las manos a cabeza. «¡No Dios mío, no dios mío!» , dice que fue lo siguiente que escuchó.

«Me acerqué, vi lo que pasó y entramos en estado de Shock. Me fui a buscar ayuda, porque nosotros no podíamos hacer nada . Bajé y a todo el que veía le decía que llamara a la policía, a una ambulancia, que se había caído un niño al pozo», afirma David que dice: «allí arriba ya no tengo nada y no pienso volver jamás a esa parcela». Un lugar que comenzó siendo el sueño de un campo de árboles frutales con los que ganarse la vida.

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