RELIGIÓN

La Diócesis de Málaga se endeuda por un millón de euros para evitar un ERTE en las parroquias

El ecónomo del Obispado asegura que necesitan el crédito para atender el incremento de demanda en la obra social y ayudar a las congregaciones con problemas

En la plaza del Obispo de Málaga confluyen la Catedral de Málaga y el Palacio Episcopal Archivo

J.J. Madueño

La crisis económica que está dejando la pandemia golpea duramente a la Iglesia Católica en Málaga, que pese a sufrir una cuantiosa reducción de ingresos no quiere renunciar a seguir ayudando a todos aquellos que piden auxilio en las puertas de sus parroquias, ni tampoco cortar los contratos de su empleados. «Esta es la peor crisis que hemos tenido . Es peor que en 2008. Ahora las parroquias han estado cuatro meses cerradas », explica Rafael Carmona Estrada, ecónomo de la Diócesis de Málaga, que ha suscrito un crédito de un millón de euros para estos gastos.

El balance económico presentado por el Obispado en el Día de la Iglesia Diocesana exponía unos ingresos de 21,5 millones de euros, que durante este año 2020 se han visto muy mermados. «No sé si llegaremos a los 18 millones, pero eso es lo que habrá que repartir. En la Iglesia no hay superávit. Lo que hay es para repartirlo », afirma Rafael Carmona. La reducción más significativa es el dinero de los cepillos, donde hay parroquias pequeñas que no llegan a los 40 euros a la semana.

Se ha detectado que la persona que el domingo daba 10 euros en la misa, ahora da dos y los otros ocho los guarda para ayudar a su hijo o su nuera que está en paro. Además, la Diócesis se ha visto afectada por la reducción del turismo. En la Costa del Sol con los meses de verano se amortizaba el gasto de todo el año, pero este 2020 las recaudaciones no van a llegar ni al 50 por ciento . En lugares como la Catedral de Málaga, que un año normal tendría una recaudación cercana al millón de euros, apenas se sobre pasan los 200.000 euros en lo que va de año.

Eso con la misión de no ahondar en la crisis mandando a los empleados a un ERTE . Una de las razones de pedir el crédito es evitar que las limpiadoras, personal de mantenimiento, secretarios y demás trabajadores de la Diócesis vean interrumpidos sus contratos laborales.

Sin embargo, la aportación más importante irá a la acción social de entidades como Cáritas, que ha triplicado su demanda de personas que necesitan auxilio. «No miramos el color, ni a quién reza, ni si cree o no. Nosotros si llaman a nuestra puerta los ayudamos» , apostilla Carmona, que dice que en muchos municipios son los propios párrocos los que han ido a buscar a las familias porque les daba vergüenza recibir esa ayuda. «A la gente la tenemos que seguir ayudando. Si no mantenemos esa asistencia a los que lo necesitan, no habrá Iglesia Católica », señala el ecónomo diocesano.

«¿Cómo vamos a negar dinero para una misión en Venezuela si los hermanos nos están contando que recogen a los niños muertos por las calles en el Orinoco?»

Así, para poder mantener el gasto social, que supone hasta un 35 por ciento del presupuesto de cualquiera de los 251 templos de la provincia, el Obispado de Málaga ha pedido un crédito ICO de un millón de euros para devolver en cinco años con uno de prórroga. La aportación a las obras sociales es fundamental. «¿Cómo vamos a negar dinero para una misión en Venezuela si los hermanos nos están contando que recogen a los niños muertos por las calles en el Orinoco?» , explica el ecónomo como otra razón para suscribir un crédito.

El objetivo es mantener una amplia estructura de caridad , que va desde un banco de alimentos a la atención a las personas sin hogar, pasando por las misiones en lugares donde hay coronavirus, pero no asistencia médica, el Hospital San Juan de Dios o las mujeres en pisos tutelados víctimas de violencia de género.

Además, el Obispado de Málaga tiene que atender a las congregaciones que sufren problemas. « Los dulces no dan para mantener los conventos, ni siquiera a las hermanas . Hay zonas que están apuntaladas y ellas viven con la pensión de las más mayores. Tenemos que ayudarlas», explica el ecónomo, que además pone de relevancia las obras urgentes en algunos templos , como es el caso de Chilches. «Esa parroquia la tenemos cerrada y a los feligreses los obligamos a ir a Algarrobo», recuerda Carmona, que dice que todo ese gasto se debe seguir afrontando y por eso necesitan endeudarse.

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