MUSICAL

«A Chorus Line», la reacción de Broadway contra Nixon llega al teatro de Banderas en Málaga

En 1975 Michael Bennett aseguró que había creado la obra para demostrar que había gente honesta tras el «Watergate»

La taquilla de «A Chorus Line» en Málaga tiene un constante chorreo de público para adquirir entradas J.J.M.

J.J. Madueño

El presidente de Estados Unidos Richard Nixon dimitió el 9 de agosto de 1974 para evitar un «impeachment» o proceso de destitución. Tras esto, Michael Bennett, el creador de «A Chorus Line», la obra que e strenará este 15 de noviembre el nuevo teatro de Banderas en Málaga, decidió escribir un musical para reaccionar ante la falsedad y la apatía que se había apoderado del país por todo lo revelado durante dos años en el caso «Watergate». «Sólo quería mostrar a gente honesta sobre el escenario» , afirmó Bennett tras estrenar el musical el 21 de mayo de 1975. Ahora llega al Teatro del Soho Caixabank.

El 18 de junio de 1972 el diario «The Washington Post» publicó que cinco personas habían sido detenidas, uno de ellos decía ser un antiguo empleado de la CIA, y describieron un plan para espiar las oficinas del Comité Nacional del Partido Demócrata en Washington. El diario acaba de destapar el caso «Watergate» en una noticia que apenas tuvo repercusión de forma inicial, pero que acabaría con la única dimisión de un presidente de los Estados Unidos . El gobierno de Richard Nixon trató de encubrirlo y se desató una crisis institucional sin precedentes que sacudió Estados Unidos desde la Casa Blanca.

El término «Watergate» se acuñó para definir una gran variedad de actividades clandestinas ilegales en las que estuvieron involucradas personalidades de la Administración Nixon. Se destapó que el propio presidente y sus colaboradores cercanos ordenaron el acoso a grupos de activistas y figuras políticas, utilizando para ello organizaciones policiales o servicios de inteligencia , como a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) o al Servicio de Impuestos Internos (IRS). El escándalo destapó múltiples abusos de poder por parte del gobierno de Nixon y abocó al país a una crisis de credibilidad.

En medio de los pleitos en la Corte Suprema para que Nixon entregara las cintas con las grabaciones del espionaje, Bennett convocó a un grupo de bailarines de Broadway y grabó las conversaciones sobre sus vidas. Nadie sabía lo que iba a ocurrir, pero ese era el inicio de la construcción de «A Chorus Line». El 4 de agosto de 1974, cinco días antes de la dimisión Richard Nixon, comenzaron los ensayos. Un año después sería un éxito rotundo de público y crítica en el Public Theatre de Nueva York.

Gente honesta

Las entradas se agotaban. El teatro apenas tenía 299 butacas y era complicado conseguir un boleto para ver la obra. Tal era la fiebre por ver el musical que, saltándose las normas de seguridad, las escaleras del patio de butacas se llenaban de espectadores, entre ellos se cuenta que estuvieron Liza Minelli y Diana Ross, a quienes no importó ver el show desde un escalón .

Aquella reacción a la corrupción política desbancó a Chicago en los Tony de 1976 e inició una gira por todo Estados Unidos en la que contaba la vida de un grupo de bailarines durante el montaje del musical. Gente honesta con problemas cotidianos que luchaba por salir adelante y por cumplir el sueño de ser parte de la línea de coro de una gran obra de Broadway. Personas normales con realidades cotidianas, que nada tenían que ver los involucrados en el mayor caso de corrupción de los Estados Unidos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación