SEMANA SANTA

Antonio Banderas vuelve a los pies de la Virgen de Lágrimas y Favores de Málaga con su hija Stella

El actor estuvo acompañado por su familia y por parte del reparto de «Ganius: Picasso» en su cita con la Virgen de Lágrimas y Favores de Málaga

Antonio Banderas abraza a su hija Stella del Carmen REUTERS/Jon Nazca

J.J. MADUEÑO

Llegó el Domingo de Ramos a Málaga y Antonio Banderas volvió a cumplir con la tradición familiar. No faltó a su cita con la Virgen de Lágrimas y Favores en un año complicado, donde ha superado los problemas de salud, pero ha perdido a Doña Ana Bandera, su madre, camarera de la señora fusionada, cuyos pasos cada Semana Santa el actor dirige por las calles de la ciudad que lo vio nacer. Este año lo hizo con el apoyo de su hija Stella , que desde la muerte de su abuela paterna ha viajado a Málaga en varias ocasiones para estar con su padre.

La mañana amaneció con un chisporroteo que amenazó con tornar la salida del Virgen en lágrimas de los devotos. Llegó temprano Banderas , acompañado de su hermano Francisco Javier –«Chico» para los miembros de la cofradía–, a la iglesia de San Juan, en pleno casco histórico de la ciudad, en el barrio que vio nacer y crecer a José Antonio Domínguez hasta convertirse en Antonio Banderas.

Apresurado subió a las oficinas de las Reales Cofradías Fusionadas en el céntrico complejo parroquial, donde se reunió la comisión de aguas para decidir si salían. Decretaron que había que retrasar la procesión y se aplazó la puesta de largo una hora , a la espera de que el cielo diera una tregua. La hubo al final y a las 12.00 horas comenzó el ritual.

Salve de los hermanos

Los hombres de trono se abrazaron delante de los varales. En primera fila los mayordomos con Banderas a la cabeza. Sonó la salve de la Virgen de Lágrimas y Favores y todos cantaron de frente a su señora, en uno de los momentos más emotivos del Domingo de Ramos de Málaga. Se balanceaban simulando las olas del mar y Antonio Banderas se agarraba en esta oración a la campana con la que da las órdenes a la legión de fervorosos compañeros que portan la imagen sobre sus hombros. Rezó a su «virgencita» con la frente posada sobre una campana coronada con un crespón negro en memoria de su madre , Doña Ana.

Acabó la fraterna oración y se dirigió a ver a los suyos. «¿Dónde está mi hermano?», preguntó. No faltó el beso de Nicole Kimpel para desearle suerte en el recorrido. Esta vez, ante la atenta mirada de Raquel Bernal, la ex de Muñoz Escassi, con la medalla de hermana al pecho. La venezolana estuvo en San Juan viendo la salida de la imagen junto a la novia del actor.

Se dirigió a una esquina de la parroquia y allí explicó la procesión y las complicaciones de la salida a sus compañeros de reparto en «Genius: Picasso», la serie de National Geographic que le ha dado el sueño de interpretar al pintor malagueño. Hizo de maestro ante Alex Rich , que es el actor que encarna al Pablo Picasso en la juventud dentro de la serie. Atento a las explicaciones estuvo también Kenneth Biller , director de la serie.

Apoyo de Stella

Tras ellos, buscó el abrazo más deseado. Fue hasta donde estaba Stella del Carmen, que no quería salir en las imágenes. «Es una chica muy discreta», decía una señora que la acompañaba en la iglesia. Su tío Francisco Javier pidió intimidad y le indicó a Antonio Banderas donde estaba la joven. Marchó hacía allí, a apenas cinco pasos de donde estaba el reparto de la serie y se abrazó a ella, su principal consuelo tras la dura perdida de Doña Ana. La besó con el cariño que un padre orgulloso besa a su hija y mantuvo unas breves palabras con una chica que le rehuía a la marabunta de fotógrafos, que habían detectado el momento y se abalanzaban sobre el grupo.

Sonó la campana y Banderas volvió a sus labores. Se cubrió el rostro, agarró el martillo y se dedicó a su penitencia, la de cada año, la que con olor a incienso lleva a la Virgen de Lágrimas y Favores por las calles de Málaga. Este año, además, con el recuerdo del pequeño Gabriel Cruz en uno de los cirios de su candelería .

Y en esas sus allegados lo esperaron en puntos furtivos del camino , para verle pasar con su señora de Lágrimas y Favores en lugares como el Starbucks en la esquina de calle Nueva y la plaza Félix Sáenz, donde vieron avanzar a la Virgen a través de las ventanas con Antonio Banderas marcando el paso.

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