Una de las detenciones practicadas durante la operación
Una de las detenciones practicadas durante la operación - ABC
Sucesos

Los camioneros de la inmigración ilegal

Detenidos varios transportistas que trabajaban para una organización de tráfico de personas

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A veces iban en el remolque con la carga, y otras, en la cabina, como si fuesen el segundo conductor. Así pasaban la frontera tras acordar un pago de unos 3.000 euros de los que su transportista se llevaba una buena «mordida». Un dinero que posteriormente servía para financiar las actividades de narcotráfico de la organización que les seleccionaba los inmigrantes ilegales que pagaban para llegar a Europa.

Varios camioneros han sido detenidos por agentes del el Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) Costa del Sol de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en una operación en la que han sido arrestadas un total de 33 personas que supuestamente integraban una red dedicada al tráfico de hachís y que se financiaba con los beneficios que obtenían por introducir inmigrantes desde Marruecos ocultos en camiones.

Según informó este miércoles el Instituto Armado, la operación «Almina» ha sido desarrollada en Cádiz y Málaga y se ha saldado con la intervención de casi cuatro toneladas de hachís y la incautación de tres embarcaciones, vehículos y otros efectos valorados en 7 millones de euros.

Los detenidos son españoles, marroquíes, belgas y colombianos, pertenecientes a una red que estaba estructurada en varios grupos sin vinculación entre ellos y con cometidos diferenciados a fin de poder continuar con sus actividades en el caso de que alguna de las células fuera descubierta.

Tras varias pesquisas, que se han prolongado durante más de un año, los agentes comprobaron que la organización trasladaba el hachís mediante un barco nodriza desde las costas africanas a alta mar, desde donde lo transportaban a otras pequeñas embarcaciones de la red.

Ya en estas últimas, la mercancía llegaba a puertos españoles y desde allí se evacuaba la droga a naves o locales donde otro grupo se encargaba de su custodia hasta que era comercializada en España o en resto de Europa.

En la operación han sido detenidos todos los integrantes de la organización y se han registrados varios domicilios en las provincias de Málaga y Cádiz, donde se han intervenido 3.810 kilogramos de hachís, 46.000 euros en efectivo, vehículos, tres embarcaciones, un arma de fuego y empaquetadoras al vacío usadas para empaquetar hachís.

Para financiar la compra de mayores partidas de hachís, la red contaba con un grupo que se encargaba de trasladar ilegalmente a España a inmigrantes, a quienes ocultaban en los camiones previo pago de una cantidad al transportista.

Fuentes consultadas por este periódico señalaron que el importe recibido por el camionero oscilaba, aunque precisaron que el dinero que debía abonar el inmigrante era aproximadamente 3.000 euros. Estas personas tenían familiares ya asentados en España y otros países de la Unión Europea con los que querían reunirse.

De esta célula de la organización, señaló el Instituto Armado, formaba parte un trabajador de un puerto de Marruecos que facilitaba el tránsito de los camiones y dificultaba su inspección.

Gracias a la colaboración policial entre la Guardia Civil y la Gendarmería marroquí, esta persona fue detenida en suelo marroquí, a la vez que se consiguió liberar a un ciudadano de ese país que se encontraba exhausto en el momento del rescate.

Según se desprende de la investigación, la red habría trasladado ilícitamente hasta España al menos a 12 marroquíes.

Una vez que los inmigrantes llegaban a España, los retenían hasta que la organización recibía en Marruecos el dinero que sus familiares debían abonar para su liberación.

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