Religión

El «obispo de los pobres» cumple tres años de episcopado en Jaén

La relación con los marginados de la diócesis ha sido una constante en la labor de Amadeo Rodríguez Magro

Amadeo Rodríguez Magro, sentado, durante su primera misa como obispo de Jaén ABC

Javier López

El 28 de mayo de 2016 Amadeo Rodríguez Magro celebró su primera misa como obispo de Jaén. Desde entonces, la relación con los pobres, los marginados, los enfermos y los presos ha sido una constante. Durante los 3 años que lleva en el cargo el prelado ha acompañado a los internos en la prisión provincial. También ha visitado el hogar de santa Clara de Cáritas, que asiste a personas sin recursos. Ha participado en jornadas de concienciación de Cáritas y ha cenado en Nochebuena con personas sin hogar .

En cuanto a su labor pastoral, el obispo ha recorrido en varias ocasiones el territorio de la diócesis para conocer a los movimientos, hermandades y grupos católicos. Asimismo, ha seguido de cerca el trabajo de las delegaciones y secretariados, ha conocido el conjunto de monasterios y conventos de vida contemplativa y se ha reunido con la conferencia española de religiosos y con las consagradas de vida ascendente. Además, durante la Pascua ha visitado las comunidades parroquiales para administrar el sacramento de la confirmación.

Rodríguez Magro, que sustituyó en el cargo a Ramón del Hoyo López, organizó durante los primeros meses de su mandato un consejo episcopal apuntalado en las directrices sobre las que ha apoyado su episcopado: vicaría general, vicaría de comunión y coordinación, vicaría de evangelización, vicaría de culto y Espiritualidad, vicaría de caridad y acción social y vicaría de asuntos económicos.

En septiembre de 2017 presentó un plan diocesano de pastoral con vigencia hasta 2021 denominado El sueño misionero de llegar a todos. Con este plan, que se apoya en el conjunto de las vicarías, pretende « despertar en cada cristiano de Jaén la impronta de discípulo misionero ». El primero de los cuatro años estuvo dedicado a la comunión; el segundo a la evangelización; el tercer año estará marcado por la liturgia; y el cuarto año por la caridad y la acción social.

En la homilía del inicio de su episcopado, el prelado se propuso ser puente de la sociedad jiennense, de la que se siente miembro, dada su intensa conexión con la provincia . A la que ayuda su presencia en las celebraciones marianas que se llevan a cabo en los santuarios de la diócesis. En este sentido, no ha faltado a la romería de la Virgen de la Cabeza ni a la noche de la Aparición de la madre de Dios, que tienen lugar en abril y agosto, respectivamente.

Más de medio centenar de cartas pastorales ha escrito Rodríguez Magro desde que ocupa la diócesis de Jaén. En ellas ha abordado temas como la comunión, la cuaresma y el Ave María. En dos de las cartas ha expresado su «apoyo fidelísimo» al papa Francisco , en una de cuyas audiencias ha participado con peregrinos de Jaén. También ha peregrinado con ellos a Fátima , Caravaca de la Cruz, el cerro de los Ángeles, Santiago de Compostela y Tierra Santa.

En este tiempo, también, ha ordenado a cinco diáconos y a tres presbíteros. Ha clausurado un proceso de martirio de 135 fieles diocesanos, que inició su predecesor, y ha iniciado dos años santos, el de san Juan de Ávila y el de santa Marta , y ha clausurado el de la Misericordia.

Junto con el plan de pastoral, el obispo se ha propuesto reformar la curia diocesana, y hacerlo basándose, de nuevo, en cuatro pilares: comunión, evangelización, liturgia y caridad.

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