RUINA INDUSTRIAL

Dhul, la fábrica de comida preparada convertida en espacio de grafiteros tras 4 millones de ayuda pública

Crece el deterioro de la planta de Jaén subvencionada por la Junta de Andalucía durante el mandato socialista

Aspecto de una de las naves de la planta de Dhul en Jaén Javier López

Javier López

El deteriorado armazón de la planta de comida preparada por cuyo proyecto la empresa Nueva Rumasa obtuvo una cuantiosa subvención de la Junta de Andalucía oficia hoy de metáfora de una época caracterizada por el dispendio del peronismo autóctono y la destrucción de empleo.

En concreto, la Consejería de Empleo, a través de la Agencia Idea, libró 4 millones de euros para una fábrica de Dhul que jamás ha funcionado . Entre otras cosas porque los impagos del grupo Ruiz-Mateos a la constructora motivó la paralización de las obras en 2011, apenas un año después de su comienzo.

La planta de Dhul, próxima a la fábrica Hijos de Andrés Molina, está estrechamente relacionada con ella. En realidad, es su consecuencia. La gestión de la Junta en la principal empresa andaluza del sector cárnico precipitó su cierre tras venderla a la competencia. La plantilla quedó sin empleo, por lo que la Administración autonómica intentó paliar el desastre con la captación de empresas de fuste que asumieran a parte de los trabajadores .

La buena relación del entonces consejero de Presidencia, Gaspar Zarrías , con el grupo Ruiz Mateos, favoreció la cristalización del proyecto de una planta de comida preparada que daría empleo a 75 exempleados de Molina . La inversión rondaría los 50 millones, de los que casi un tercio sería financiado por la Junta y el Gobierno central. Además, los terrenos, 140.000 metros cuadrados, fueron un obsequio del Ayuntamiento.

En enero de 2010 las tres administraciones estaban gobernadas por el PSOE, lo que explica la nutrida presencia de dirigentes socialistas en la presentación del proyecto, en la que oficio de maestro de ceremonia José María Ruiz-Mateos Rivero , quien especificó que la planta se construiría en 3 fases. En la primera, dijo, se ejecutarían las zonas comunes y la instalación de la maquinaría precisa para la elaboración de ensaladillas, en la segunda tortillas y pizza, y en la tercera alimentos vegetales.

Nada de eso ocurrió. Casi una década después las naves son utilizadas principalmente por los grafiteros, a los que han dejado paso los saqueadores . Despojada de material de valor, el aspecto de la planta de Dhul, deplorable tras una inversión pública abundante e infructuosa, es similar al que presenta la empresa cárnicas Molina, cuyas ruinas se atisban desde ella.

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