Las llamas no dan tregua en la sierra de Jaén

El incendio de Quesada sigue activo y sin control. Desde el pasado domingo las llamas siguen devorando los términos municipales de Larva, Huesa, Cabra de Santo Cristo y Quesada. Las primeras estimaciones indicaban que las llamas habrían calcinado unas 2.000 hectáreas pero esos cálculos seguro que se van a quedar pequeños ante la magnitud de la catástrofe que está arrasando con bosques de pinos de alto valor ecológico, centenares de olivos, naves de aperos y grandes extensiones de esparto.

El nivel de alerta se mantiene en el nivel 1 y se evacuaron, de manera preventiva, a una treintena de personas de las aldeas de Chillar y Ceal. Los habitantes de la zona ya hablan de que están frente al peor incendio de la historia y asisten impotentes a la destrucción de un paisaje irrepetible y de su forma de ganarse la vida.

Por el momento los titánicos esfuerzos de los operarios del INFOCA y de los soldados de la Unidad Militar de Emergencia sigue siendo infructuosos y el frente de las llamas avanza en dirección al límite con la provincia de Granada en la ribera del Guadiana Menor.

El objetivo es frenar allí las llamas con la construcción de un contrafuego de más de 100 metros de anchura y desde este punto atacar con más efectividad el fuego desde el aire y desde el suelo. En la actualidad están trabajando en las tareas de extinción cerca de 500 profesionales (23 grupos especialistas, 2 secciones de intervención de la UME y 5 brigadas de refuerzo). A ello hay que sumar 22 medios aéreos -10 de los cuales son aportados por el Ministerio- ,10 vehículos autobombas, 14 vehículos de extinción de la UME, 2 ambulancia de la UME, 2 vehículos de comunicación, 1 buldózer, 1 unidad médica de incendios forestales, 1 unidad móvil de meteorología y transmisiones y 1 unidad avanzada de análisis y seguimiento de incendios forestales.

Las autoridades piden tranquilidad y calma a la población y aseguran que «se está trabajando de nuevo para frenar el flanco más importante, el del Suroeste» aunque las condiciones climatológicas se han convertido en el principal enemigo para poder estabilizar el fuego, ya que las temperaturas siguen siendo muy altas y el viento no termina de dar tregua. Eso sí, desde la Junta se permiten algún atisbo de esperanza y aseguran que «todos los efectivos están trabajando para que a lo largo del día de hoy se pueda tener buenas noticias».