VERANO
El Mercado del Carmen, templo de la gastronomía de Huelva
Mariscos, pescados, chacinas, jamón, hortalizas y verduras, quesos y miel artesanales llenas los puestos en una fiesta del sabor y para la vista
En una de las nuevas zonas de la capital onubense, el barrio de Pescadería , donde la ciudad comienza abrirse a la ría y el Muelle del Tinto relata pasajes de la historia minera a quienes llegan atraídos por un juego de colores que solo aquí puede verse en una puesta de sol, se levanta desde hace menos de una década la gran despensa de Huelva.
Lugar de encuentros, de desayunos en las primeras horas del día, y de cerveceo y tapas en las previas al almuerzo, el Mercado del Carmen de Huelva es una fiesta del sabor y para la vista concentrada en cerca de 6.000 metros cuadrados, de c alles ordenadas y listas como para pasar revista en cualquier momento, sin previo aviso.
En los aproximadamente 190 puestos que se distribuyen en su interior encontramos -sin excepción alguna- los codiciados y famosos productos de la gastronomía onubense . Aquí se dan cita amos y amas de casa, aficionados a la cocina; es lugar de peregrinaje de restauradores onubenses y de provincias limítrofes, de chefs de primera línea, de estrellas Michelín. En el Mercado del Carmen, la calidad es un valor seguro.
Lo saben los de la tierra, los que alguna vez probaron y no pueden ya resistir a hacer parada en cada visita a Huelva, y los que vienen a comprar expresamente desde Sevilla o desde zonas próximas del otro lado de la frontera, Portugal .
Los puestos de frutas y hortaliza s, con productos del terreno cultivados en algunos casos de forma artesanal en pueblos de la Costa , la Campiña o el Condado , sirven de modelo para un bodegón multicolor que desprende olor a campo en cuanto cruzas las puertas. Pero sobre todo es sabor: el tomate, sabe a tomate en el mercado de abastos de Huelva.
Ganan en número los puntos de venta de pescado y marisco , un auténtico espectáculo visual que arranca con la afamada gamba blanca, las cigalas, con las coquinas y chirlas en una oferta de especies que llenan los mostradores difícil de encontrar en ningún otro lugar del país (reproducirla dejaría fuera algunas de seguro). Los precios son competitivos, dicen sobre todo los que vienen de fuera.
Una familia de Zaragoza recala en uno de los puestos de marisco, es su primera parada en la ruta por el mercado. La hacen (cuentan) a su llegada a destino en los últimos tres veranos que pasan sus vacaciones en la Costa onubense y vuelven a repetir cuando rehacen la maleta para volver a casa: regresan con carga para comer como en Huelva durante varias semanas.
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El trasiego de turistas y veraneantes contrarresta la marcha de los onubenses a las playas en el caso de la venta de frutas y verduras, afirman los comerciantes, y se hace notar en otros productos. Es el caso precisamente del marisco, la chacina y el jamón, que incrementan las ventas en los meses de verano entorno a u n 20%, afirman desde el punto de venta de jamón de Huelva que llega a tener hasta seis personas cortando jamón de forma simultánea – se envasa al vacío- para dar salida a los pedidos.
“El jamón de aquí ha viajado a Jordania y Perú , por decirte algunos puntos a los que me lo he llevado. Cuando estoy en Huelva, compro, y cuando estoy fuera, también compro, para llevármelo”, comenta un cliente de Huelva que ya ha recorrido medio mundo por motivos laborales.
Cerca de la entrada, podemos encontrar también una vinoteca , próxima a un puesto que concentra un poco de distintos pueblos de la Costa y de la Sierra : bacalao, salazones, mojama de Isla Cristina , conservas, quesos y miel artesanal .
La ruta por la plaza suele acabar con un paréntesis en el tradicional bar que se localiza en el mismo edificio. El mercado cuenta con más de 700 plazas de aparcamiento interiores.
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