Medio ambiente
El Asperillo, ¿paradigma de la vulnerabilidad de Doñana?
La apertura de un camino en un enclave catalogado como monumento natural desata una tormenta política en Almonte y abre el debate sobre la fragilidad del Parque Nacional
El Médano del Asperillo es un enorme sistema de dunas fósiles de más de 100 metros de altura que ocupa unas 12 hectáreas entre las playas de Matalascañas y Mazagón, con unas características que lo hacen único y muy valioso, más si se tiene en cuenta que el proceso de sedimentación que le dio origen habría costado a la naturaleza unos 15.000 años. Por ello, está catalogado como Monumento Natural de Andalucía , lo que impide, por ley, realizar cualquier «acto de menoscabo, deterioro o desfiguración». Sin embargo, desde principios de julio, una rampa de unos cuatro metros de ancho horada el enclave y altera, aún está por ver si para siempre, el aspecto de este gigante milenario situado en el corazón del Parque Natural de Doñana .
La apertura de este camino a la playa , destinado a facilitar el acceso a las empresas de rutas a caballo que operan en la zona, ha desatado una tormenta política y judicial. El juzgado de La Palma del Condado ha abierto diligencias tras la denuncia de Costas, que conllevó la paralización de las obras y el requerimiento al Ayuntamiento de Almonte para que facilitase toda la información sobre una obra que la alcaldesa de la localidad, Rocío del Mar Castellano , negaba que el Consistorio hubiera encargado.
Lo hacía en una comparecencia convocada con carácter de urgencia el pasado martes. Castellano daba la cara sola, expresaba su voluntad de restaurar «en la medida de lo posible» el Médano, admitía que la obra se había ejecutado el 10 de julio «por una empresa privada» y anunciaba la formación de una comisión de investigación . Garantizaba, eso sí, la toma de medidas contra los responsables políticos si la investigación señalaba a alguno.
Sólo dos días tardaba Ilusiona , único partido en la oposición, en poner nombre y apellidos al presunto responsable: José Miguel Espina Bejarano , primer teniente de Alcalde y concejal de Playas, Patrimonio y Urbanismo, cuya firma mostraban Francisco Bella y sus compañeros de formación en un documento con el que el Consistorio habría encargado a una empresa de excavaciones la realización de «labores de mantenimiento en la bajada a la playa utilizada por la empresa de visitas a caballo por encontrarse la misma intransitable», con fecha de 9 de julio, así como una segunda autorización para continuar con estas obras a pesar de la denuncia que Costas interpuso el día 10 del mismo mes.
llusiona mostraba también otro documento, del 1 de agosto, en el que se expresaba la revocación de la autorización «habiéndose puesto en conocimiento la posible comisión de una actividad ilícita por las actuaciones que se han llevado a cabo». Y advertían que, si el propio equipo de Gobierno no admitía la existencia de los documentos, las remitirían ellos mismos al Juzgado junto con «alguno más que tenemos por ahí».
Sin querer entrar en guerras políticas, Juan Romero , representante de Ecologistas en Acción, calificaba el hecho como «un precedente bastante peligroso». «Esto demuestra que Doñana es una explosión de desorden donde cada uno hace lo que le da la gana», algo que hace imposible cumplir el deseo de las administraciones con competencias en el Espacio Natural, que con motivo del 50 aniversario de la declaración de Doñana como Parque Nacional «quieren que lancemos una imagen en positivo».
Por su parte, la Junta de Andalucía , a la que tanto Romero como Bella habían «echado de menos» estos días, ha asegurado a ABC, a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, que no existe solicitud para la ejecución de estas obras , «y, por lo tanto, no existe autorización alguna por parte del Espacio Natural», y que actuarán «con total determinación » para «exigir las responsabilidades pertinentes».
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