La venta para matrimonio de las dos menores abre nuevas líneas de investigación

La Guardia Civil mantiene abierta la investigación abierta en torno a los dos matrimonios detenidos en Almuñécar (Granada) por presuntamente vender a sus dos hijas menores  a otros clanes para que se casaran con adolescentes de los mismos. Unas pesquisas que se centran en la parte compradora, que supuestamente entregó 3.500 euros, 100 botellas de whisky, dos ovejas y un cerdo.

Fuentes cercanas al caso señalaron que, aunque los cuatro progenitores quedaran en libertad mientras continúa la instrucción, los agentes del Instituto Armado continúa su trabajo para determinar  si se derivan más responsabilidades penales de unos hechos que se comenzaron a investigar a principios de este mes gracias a la colaboración ciudadana.

El foco se estaría poniendo en las familias «compradoras», asentadas en Asturias y que, en al menos en uno de los casos, desembolsó 3.500 euros en efectivo como primer plazo del pago.

Esta circunstancia llevó a fijar el enlace dentro de dos meses.

En el segundo caso, que afectaba a una menor de 13 años, ya se había seleccionado al clan al que sería vendida para que contrajera matrimonio. También residían en la región asturiana.

La primera de las víctimas relató que en su entorno familiar más próximo tenía pruebas de esta realidad. Una de sus hermanas se casó obligada bajo las mismas circunstancias; mientras que en el matrimonio de la otra, quien pagó fue su madre, ya que fue ella quien eligió al novio.

Además, desveló  que otra prima de 12 años de edad presuntamente va a ser obligada a casarse el  próximo mes de mayo.

Las testigos, que se encuentran bajo la protección de la Junta de Andalucía, explicaron que los compradores pagaron más dinero porque no habían más mantenido relaciones sexuales.

Los dos matrimonios detenidos quedaron en libertad acusados de intento de matrimonio forzado y coacciones tras declarar en el juzgado de Instrucción número 2 de Almuñécar, después de ser detenidos por la Guardia Civil del municipio, como adelantó este periódico y reiteraron ayer fuentes judiciales y del citado cuerpo, que inicialmente imputaba a los arrestados trata de seres humanos.

Las pesquisas se iniciaron gracias a la colaboración ciudadana. Una persona, según las distintas fuentes consultadas, contactó con los Servicios Sociales del municipio  tras llegarle rumores de que dos menores que conocía podían estar siendo objeto de hechos delictivos dentro del entorno familiar.

Los expertos de este departamento municipal pudieron contactar con las chicas y, tras entrevistarse con ellas, descubrieron que estaban ante una situación límite, ya que supuestamente habían sido vendidas para que se casaran con miembros de otros clanes e iban a huir a Madrid.

Después de aconsejarlas, pusieron los hechos en conocimiento de la Guardia Civil, donde las víctimas reiteraron su primera versión y ofrecieron un relato sólido de su situación. La investigación policial se precipitó el pasado 7 de marzo durante una jornada frenética.

Los padres arrestados alegaron en su declaración ante la autoridad judicial que acordar los matrimonios de sus hijas es una tradición en su cultura.