LLUVIA DE BARRO
Los pueblos blancos de Granada seguirán siendo marrones: los expertos piden paralizar la limpieza
La llegada de nuevas lluvias de barro haría «inútil» una partida presupuestaria más que costosa por parte de los ayuntamientos de la Alpujarra granadina, toda vez que las ayudas de Diputación siguen siendo «insuficientes»
Los pueblos blancos de la Alpujarra de Granada, desesperados tras pasar 'al marrón' por la calima
Se esperan lluvias de barro hasta el verano. Es la previsión de los expertos en la materia. La nube de polvo proveniente del Sáhara pasará todavía en más de una ocasión a lo largo de los próximos meses, al menos hasta junio, tras lo ya acontecido en las últimas semanas en la provincia de Granada.
Entre medias, los pueblos blancos de la Alpujarra han perdido su principal seña de identidad y, tras días de peticiones institucionales para quitar el marrón de sus fachadas, parece que incluso ni así podrá llegar a perderse.
El catedrático de la Universidad de Granada y director del departamento de Edafología y Química Agrícola, Jesús Párraga , apunta, a preguntas de este periódico, en esa misma dirección: «Todo depende si lleva lluvia, y hablamos de abril y mayo , que son meses lluviosos por tradición. Si pintan ahora, toda esa inversión se perderá casi con total probabilidad« apunta el catedrático.
Es cierto, resalta Párraga, que la situación meteorológica es siempre muy variable y que «donde ahora decimos A, podemos ver B de un momento a otro», pero, lo que sí es seguro es que «tormentas va a haber».
«No sabemos si será una lluvia roja auténtica como la de marzo o menor, pero intrusiones y la posibilidad de que ocurra es alta. Desde hace años vemos entre 30 y 40 intrusiones«, explica el investigador.
Sin blanca
Así las cosas, la situación de la casi treintena de pueblos granadinos, algunos tan destacados como los del Barranco de Poqueira o Lanjarón , que pidieron ayuda económica para volver al paisaje habitual de cara a la temporada turística, no sufrirían cambio alguno más allá de sus propias cuentas.
A pesar de la agilidad por parte de Diputación en este tema a la hora de echar las campanas al vuelo activando un fondo de 900.000 euros para limpieza de edificios y espacios públicos por la calima ante la presión de los municipios, parece ser precipitada.
Dicha inversión, de hecho, habría que repetirla de venir de nuevo la lluvia de barro, con el añadido de que, tal y como comentaba la alcaldesa de Bubión, Mari Carmen Pérez , no se espera que esa limpieza llegue para la temporada de Semana Santa.
Las ayudas serían además del todo «insuficientes», señalaba la alcaldesa, cifrando que cada casa necesitará como mínimo una partida de alrededor de los 3.000 euros.
Por su parte, el catedrático de la Universidad de Granada, insiste en dar soluciones a largo plazo, como la de la reforestación o, lo que es lo mismo, frenar la desertificación de la zona, que estaría posibilitando la llegada de la calima y la bajada de la calidad del aire, a fin de cuentas, un problema de salud «del que no se está hablando lo suficiente».
