Terremoto
Un nuevo seísmo desata otra vez el pánico en Granada: «Yo me quiero ir de aquí»
El terremoto más fuerte desde el martes sacude a La Vega y se siente en buena parte de la región
El 112 registró hasta casi cien avisos por los últimos cuatro temblores en Granada
De nuevo el pánico volvió a apoderarse ayer por la tarde de los vecinos de los pueblos de la Vega de Granada por culpa de un nuevo terremoto de una magnitud de 4.2 en la escala Richter que tuvo lugar a las 19:49 horas y tuvo su epicentro en Santa Fe con varias réplicas. Además, en un momento se fue la luz y creó aún más miedo. Otra vez familias enteras salieron a las calles en busca de zonas abiertas. Justo una hora antes se había producido otro temblor con epicentro en Chauchina, y fue el preámbulo de otra tarde de movimiento y desasosiego en esta zona de la provincia de Granada. Decenas de personas volvieron a abarrotar los parques y zonas sin edificios alrededor en busca de un lugar que consideraran seguro para pasar la noche.
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En Chauchina se estaba desarrollando a esa hora el pleno en la segunda planta del ayuntamiento. La alcaldesa, Marina Martín, asegura a ABC que se quedaron la mayoría de los asistentes «descompuestos, incluso algunos con caras desencajadas», y tras reaccionar formaron «grupos para realizar un recorrido por el pueblo e inspeccionar si ha habido o no daños». «En principio no hemos observado nada. Hay que tener en cuenta que las viviendas de nuestro municipio no son elevadas debido a la cercanía con el aeropuerto y la normativa de edificabilidad que hay», dice la alcaldesa.
Los parques han sido abiertos y a su alrededor hay muchas zonas de campo abierto
«Sí es cierto que, estando claro que lo primero es la preocupación por el estado de nuestros vecinos, la Torre Nazarí del S. XIV ubicada en la zona Soto de Roma, que es bien de interés cultural, va a precisar una revisión y hemos pedido la presencia de los técnicos de Diputación para que evaluen los posibles daños que puedan haberle ocasionado los seísmos», indica la primera edil chauchinera. Tampoco daños personales, «pero sí cierto pánico en los vecinos que se han lanzado a la calle». Los parques han sido abiertos y a su alrededor hay muchas zonas de campo abierto.
La réplica de este enjambre sísmico que azota la zona desde primeros de diciembre y con una mayor virulencia desde el pasado sábado, se ha sentido en el resto la vega, pueblos del área metropolitana y la capital. «Esto es ya un miedo paralítico», es una las frases que más se escuchan últimamente tras pronunciarla la noche del pasado martes una vecina en Santa Fe, donde son muchas las familias las que acampan desde el martes en las zonas abiertas y explanadas en sus vehículos.
«Yo me quiero ir de aquí»
«Ibamos por mitad de la calle Pintor Velázquez andando y ha empezado a temblar todo otra vez. Han caído unos cascajos y me han dado en la pierna porque mi marido ha tirado de mí. Si no, me hubiera dado en la cabeza», dice a ABC una vecina de Santa Fe entre sollozos. «Yo me quiero ir de aquí, no lo aguanto más . Es que me podía haber matado, es que es verdad. Perdón, pero estoy muy nerviosa. Y eso que ya estábamos casi acostumbrado casi a convivir con ellos».
En Belicena, a escasos kilómetros de Chauchina el seísmo ha provocado algunas grietas en viviendas unifamiliares, igual que en Vegas del Genil, donde el alcalde ha tenido, Leandro Martín, que suspender el pleno que se estaba desarrollando a esa hora. «Se han caído un montón de cascajos, voladizos y cornisas, algunas viviendas se han sufrido grietas», indica el primer edil, quien ha ordenado «la apertura de todos los parques públicos de los pueblos que competen a su ayuntamiento (Ambroz, Belicena y Purchil) para que los vecinos puedan acudir a ellos».
Tras estos días los vecinos de estas zonas afectadas por el enjambre sísmico se preguntan: «cuándo y cómo será el siguiente».
