Leyenda y realidad de «El Banano», un delincuente común de Granada

Atropelló a un guardia civil al darse a la fuga en pleno confinamiento y su detención destapó más de 2.500 plantas de marihuana en un bloque

«EL Banano», escoltado por tres agentes de la Guardia Civil Ideal

J: J. Madueño

En los últimos días le han dedicado canciones de «trap», a modo de narcocorrido mexicano, y circulan vídeos, en los que aparece armado, con la música de la cabecera creada por Netflix para la serie «Narcos» . «El Banano» es un joven de 25 años y conocido delincuente habitual de Granada, que ha cobrado actualidad desde que el pasado 28 de marzo atropellara a un guardia civil en un control por el estado de alarma . En su huida, se ocultó en un piso lleno de plantas de marihuana en El Polígono. La irrupción de la Benemérita por la fuerza para buscarlo dejó un rosario de viveros destrozados en aquel «narco bloque» con más de 2.500 plantas de marihuana.

A raíz de esto, comenzaron las supuestas amenazas, los rumores sobre una guerra de clanes, los audios narrando un futuro ajuste de cuentas y los vídeos de tiroteos, alentados por un historial de más de media docena de escaramuzas con armas de fuego en lo que va de año en Granada. Los rumores sobre alianzas de clanes han avivado la llama de un historial delictivo que navega entre la realidad y la ficción. «No hay una guerra de clanes, ni mafias, ni tiroteos ni nada eso» , explica la Guardia Civil, que dice que en las informaciones aparecidas sobre estos supuestos hechos hasta los nombres de los clanes están mal escritos.

Desmienten los pasajes más siniestros de su entorno, no hay nada de apuñalamientos en una guardería ni tiroteos tras la detención de «El Banano». «Si hay un agravio, serán los viejos los que lo arreglen. Ellos dirán cuánto tienen que pagarle a los que perdieron las plantas y cómo. Impera la ley gitana , nadie se va a tomar la justicia por su mano para ser desterrado y perder todo el negocio», afirma un agente de la zona.

Este delincuente no es ni Pablo Escobar ni el Chapo Guzmán, ni siquiera la Guardia Civil se atreve a catalogarlo como un nuevo «Lute» o «El Vaquilla» . «Es una gran fábula montada en internet», señala un agente de la Comandancia de Granada, que recuerda que algo parecido debió pasar cuando se hizo la película de «El Torete».

En prisión provisional desde el pasado lunes por un presunto atentado a un agente de la autoridad, detención ilegal, porque supuestamente retuvo a una chica durante su encierro en el «narco bloque», y otro delito contra la seguridad del tráfico, no es la primera vez que está en cárcel.

«El Banano» ya ingresó también de forma provisional en el año 2018. Fue detenido en una peluquería tras dos años en busca y captura, pero salió casi un año después, a pesar de tener varias causas pendientes de juicio.

Natural de la localidad granadina de Pinos Puente, allí conocen sus desmanes desde que era niño , cuando se crió en el Cerro Fekir, la zona más deprimida de este municipio de unos 20.000 habitantes con varias pedanías a su alrededor. Aquí comenzó su carrera de delincuente.

La Policía Local y la Guardia Civil ya le cogió la matrícula cuando era adolescente. Robos y agresiones a compañeros de clase en el instituto se acumulaban en su expediente, al mismo tiempo que caían los suspensos y las faltas a clase para sus andanzas. Así comenzó pronto una carrera criminal , que le llevaría ante la Fiscalía de Menores en varias ocasiones, hasta que acabó en un centro de menores. Antecedentes ya borrados con la mayoría de edad, como informa «El Ideal de Granada».

Pasó por un reformatorio

Cuando salió del reformatorio trató de dejar atrás esa vida, se casó, tuvo hijos y buscó un trabajo , pero pronto lo cambió por estar al margen de ley.

A partir de ese momento acumuló «un largo historial delictivo», afirman fuentes judiciales ABC. Presuntas extorsiones, tentativas de homicidio y delitos contra la seguridad vial, le desglosaba esta semana «El Ideal». A esto tiene que sumar el atropello de un agente de la Guardia Civil cuando se dio a la fuga en un control por el estado de alarma.

«El compañero está bien, pero pudo haberlo matado», explican fuentes de la Benemérita de Granada , donde confirman que «El Banano» tenía causas pendientes e incluso alguna requisitoria judicial por delitos anteriores.

Aquellos que lo han perseguido quitan hierro a su historia. «Es chusma», dice un funcionario de las Fuerzas de Seguridad del Estado a ABC para definirlo. «Le hemos abierto diligencias por algunos robos en camiones , alguna supuesta extorsión y sobre todo por presuntos delitos contra la seguridad vial y conducción temeraria», señala en coincidencia con lo desglosado en los medios de comunicación. «Pinos Puente es muy pequeño, sabemos que no tiene carnet y, cuando le vemos en el coche, le abrimos diligencias y se las pasamos al juzgado», añade el agente, que alguna vez lo ha perseguido.

«No tiene respeto por la vida. Realmente va muy rápido con el coche cuando huye y no mira ni cruces ni nada. En una de esas ha podido matar a un niño o alguien que se cruzara por delante , pero hasta ahora ha habido suerte», remarca este agente, quien dice que han dejado de seguirlo por seguridad.

«No se nos acerca. Si ve a la Guardia Civil a 100 metros, se da la vuelta y sale corriendo», explica este funcionario, que insiste en que puede tener una decena de causas abiertas por estos hechos. «Son niñatos envalentonados con todo lo que se habla de ellos, pero no, ni mucho menos, asesinos», subraya la misma fuente.

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