Del corte de pelo al Camino de Santiago: Las sentencias más curiosas del juez Calatayud

El magistrado es famoso por imponer a los menores penas de lo más originales y que, normalmente, sirven para que el chico reflexione y aprenda

El juez Calatayud ABC

Leo Rama/ S. A.

El juez Emilio Calatayud suele ser noticia por sus condenas originales. Este magistrado, especializado en menores, tiende a «castigar» con lecciones que los chavales que pasan por sus manos pueden aprovechar para reflexionar.

La última sentencia que ha sido noticia sobre este juez le ha llevado a él mismo a los medios. Un corte de pelo que ha llevado a cabo un joven al que condenó a estudiar tras haber sido sorprendido robando en una peluquería . «Como no has estudiado por lo civil, vas a estudiar por lo criminal», le espetó hace medio año el juez al chico.

El joven tuvo que matricularse en un grado de peluquería y, para demostrar que había aprovechado el tiempo en las aulas, cortar el pelo al juez a modo de examen final. Dicho y hecho. El corte de pelo fue todo un éxito.

Pero no es la única sentencia original de este juez . Estas son algunas de las más comentadas:

Condenados a hacer el Camino de Santiago

Cuenta Emilio Calatayud que su sentencia favorita fue aquella por la que condenó a seis chavales y una joven a hacer una parte del Camino de Santiago , casi a modo de premio por su buena conducta, para completar su rehabilitación. «Fue la resolución más bonita que he adoptado», aseguraba el juez hace unas semanas en su blog.

Con bomberos por quemar papeleras

Una de las especialidades de Calatayud es la de despertar el sentimiento de empatía. No pocas condenas de este juez han tenido este objetivo , como cuando obligó a un joven a trabajar con bomberos por haber prendido fuego a varias papeleras.

De «hacker» a profesor de informática

Como en el caso del corte de pelo, Emilio Calatayud, siempre crítico con la desidia, busca encauzar a los jóvenes en el mundo laboral. Así lo hizo con un «hacker» al que condenó a impartir clases de informática después de obtener datos de una empresa granadina de forma ilícita.

Obligado a dibujar un cómic

El juez lleva a sus espaldas un buen número de sentencias que han servido para cambiar la vida de miles de jóvenes, como la de aquel apasionado del dibujo al que penó con elaborar un cómic en el que tuvo que narrar el porqué de su condena: conducir un ciclomotor sin seguro.

Del centro de menores al juzgado

El afán de Calatayud por ayudar a los jóvenes y despertar en ellos sus inquietudes se ha manifestado en multitud de sentencias a lo largo de su ya extensa carrera. Recientemente condenó a un chaval gitano a obtener un título de lengua árabe después de que éste se prestase a hacer de traductor entre el magistrado y una joven magrebí en la sala de vistas. El muchacho había aprendido el idioma a su paso por centros de menores en los que pudo relacionarse con chicos africanos y el juez supo ver en esa anécdota una oportunidad para que se convierta en un futuro en intérprete o integrador social en juzgados y comisarías.

De la comisaría a la cafetería

La capacidad de Emilio Calatayud para reinsertar a menores es tal que a veces no necesita ni una sentencia para cambiar por siempre el rumbo de los jóvenes. Fue el caso de un muchacho que estaba detenido en una comisaría por la que pasó el juez. Aunque no tuvieran ninguna relación procesal, Calatayud y él estuvieron hablando sobre la mala vida que llevaba. El magistrado pidió a los agentes que liberaran al joven, que se fue directo a Proyecto Hombre. Años después se reencontraron en una cafetería donde el chaval, que trabajaba allí de camarero, le agradeció aquellos minutos de conversación que le sirvieron para dejar de consumir drogas: «Usted me salvó»

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