Cultura
Viruca Yebra, escritora: «El que escapa es porque tiene algo que ocultar, no tiene la conciencia tranquila»
La autora relata en ‘La condesa nazi’ la vida de alemanes que se ocultaron en Marbella tras la guerra
Viruca Yebra fue periodista en ABC y este jueves presentó en el Real Círculo de la Amistad de Córdoba su última obra, ‘La condesa nazi’ , publicada por Planeta de Libros .
De entrada, el título predisone a encontrarse con villanos. ¿Es así?
Claro, digamos que nada es lo que parece, ni siquiera el título. Cuando lo escuchas, en principio se te erizan los pelos, porque crees que son villanos , y en esta novela hay nazis que son villanos y nazis que no son tan villanos , pero encima la condesa ni siquiera es nazi, pero se tiene que averiguar. Nunca hemos pensado en la posibilidad de que no lo sean, y este es el caso del príncipe Ralph, que en realidad no es un villano y que termina casi cayéndote bien. No es posible hacer una novela en la que existe el nazismo sin que existan los villanos, que han sido, desgraciadamente, demasiados. Y tampoco es posible hablar de una novela en la que el título aparece la palabra nazi y no hablar de judíos .
¿Y los hay?
Mi personaje también muestra otra faceta de la historia de la que tampoco se habla: qué paso con las familias judías que dejan algún miembro, un joven que no sabe ni siquiera que es judío . Es una historia muy bonita de la novela, que el lector no se lo espera hasta que se lo encuentra de bruces. Cuando lo presenté en el Centro Sefarad de Madrid , una señora cuya madre sobrevivó a un campo de concentración, me decía que al final se solidarizó con la protagonista. Pero sí, en la novela hay muchos nazis, nazis reales, que hacen una de las cosas peores, y es negar el Holocausto . El negacionismo es la muerte otra vez de los mismos que han matado: lo más duro, la tragedia después de la tragedia.
¿Tal vez eran como refugiados?
Creo que el que escapa de algo, algo tiene que ocultar, no tiene la conciencia tranquila. En la Costa del Sol había muchos porque tiene una población muy dispersa, con muchos grupos de poblaciones, y la gente que quiere pasar desapercibida lo tiene fácil. Hubo bastantes nazis que se refugiraron en la costa y no se ha sabido de su existencia. De Léon Degrelle sí, porque después de haber pasado por muchos lugares, recaló en la Costa del Sol, igual que Otto Remer , que murió en Marbella, y sale en la novela. A Degrelle la justicia alemana lo reclamaba no por crímenes de guerra, sino por un artículo negando el Holocausto.
«Hay nazis que no son villanos y hay nazis que lo son, pero no es posible hacer una novela sobre el nazismo sin villanos»
¿Cómo se enfrenta el escritor a este tipo de personajes? ¿Tiene que distanciarse o implicarse?
Los personajes históricos se ponen en su punto justo. He procurado documentarme mucho, para intentar entenderlos, que es complicadísimo. ¿Cómo vas a entender a un Otto Remer? Pero su mentalidad es fácil de entender . Si era un hombre que era el jefe de la Policía de Hitler, el que evitó el último atentado, buscaba agradar al jefe, y para eso se valdría de cualquier cosa para inculpar a los que pensaba que estaban detrás de cualquier acción contra el Führer . El primer marido de Clotilde realmente era un colaboracionista con los ingleses, y lo intuía pero no tenía pruebas. Con inculparlo era suficiente y era capaz de hacer algo así.
En la novela hay refugiados de toda clase. ¿Cómo era ese mundo?
Iban con pocas pertenencias y en una situación muy lamentable. Cuando los rusos entraban a territorio alemán, los liberaban y n o les daban futuro , y se echaban a los caminos. Algunos se beneficiarían de lo poco que podían encontrar y otros se convertirían casi en forajidos .
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