Uno de los paneles de la exposición
Uno de los paneles de la exposición - ROLDÁN SERRANO
EXPOSICIÓN

Viaje a los primeros días del cine

La Caixa propone en Córdoba un recorrido por la obra de Georges Melies y su impacto en la cultura

CÓRDOBA Actualizado: Guardar
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Nativodigital se llama en estos años a quienes no ven las tecnologías más modernas como un avance reciente, sino como algo tan natural que lo han vivido desde que nacieron. Para el cine, todos los que hoy están vivos son también nativos, porque en mayor o menor medida están acostumbrados a una pantalla en la que la gente se mueve, habla, dispara o canta y hasta les ha influido en su forma de ver lo que tienen alrededor.

No siempre fue así, y para ayudar a meterse en la piel de los primeros espectadores del cine, que en ocasiones salían despavoridos de la sala cuando veían una locomotora llegar «hacia» ellos, la obra social La Caixa propone a los cordobeses a partir de ahora un viaje por los orígenes del que hoy se llama séptimo arte, de la mano del primero de sus directores geniales: Georges Melies (1861-1938).

Con el habitual estilo didáctico, interactivo e innovador que la entidad da a todas las muestras, la cita desplaza a sus espectadores hasta el año 1900, el momento en que se empiezan a difundir las obras del realizador. Se podrá visitar hasta el próximo 19 de febrero en una carpa que se ha instalado en el Paseo de la Victoria.

Los Lumiére

Así, los espectadores podrán conocer en primer lugar algunas de las primeras proyecciones que los hermanos Lumiére realizaron en 1895, en el que se considera el nacimiento del cine. Acto seguido conocerán, a través de imágenes y textos, la figura del artista francés, el primero que dispuso de un estudio y se dedicó profesionalmente a la realización de películas. Maquetas, fotos y carteles llenan la muestra junto a la proyección de sus películas.

Singular protagonismo tendrá en la cita el «Viaje a la luna», una obra que sorprendió por su ambición y longitud. Nadie hasta entonces se había atrevido a rodar un «largometraje», que es como entonces se llamó, de 14 minutos. Como icono poderoso quedó el momento en que el cohete se posa en uno de los ojos figurados de la luna, una imagen que hay que ver con la sorpresa no de quien está acostumbrado a la última entrega de «Star Wars», sino con la de los espectadores que no daban crédito a lo que veían.

El icónico «Viaje a la luna» tiene un protagonismo destacado en la cita

A lo largo de la muestra, los espectadores pueden asomarse además a algunos de los primeros aparatos para reproducir y a algunas de las atracciones de imágenes en movimiento que se hacían en la época en la que nació el cinematógrafo. La exposición, con carteles y cuadros de época, está abierta a partir de ahora a la visita del público en general y también a los colegios que quieran organizar un viaje para que los pequeños conozcan de forma didáctica los orígenes de las imágenes en movimiento.

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