Dos tercios de las pantallas del Museo Taurino de Córdoba no funcionan

El Museo Taurino de Córdoba anda de capa caída. Dos tercios de sus pantallas proyectoras , uno de los elementos distintivos de este espacio reabierto en el segundo trimestre de 2014, están rotas y llevan tiempo sin repararse. Asó lo denunció ayer la concejala del Grupo Popular en el Ayuntamiento, Elena Martínez-Sagrera , quien señaló que «es un ejemplo de cómo se gestiona lo turístico por este equipo de gobierno». El más sobresaliente de los proyectores es el que recrea el ambiente en una plaza de toros , una sala en la que se intentó recrear incluso la forma circular de un coso.

«El Museo Taurino es uno de los museos más modernos que tenemos en cuanto a instalaciones y está mejor dotado para hacer un paseo museográfico», indicó Martínez-Sagrera. No le falta razón. El Museo Taurino estuvo cerrado entre 2005 y 2014 para una rehabilitación que se prolongó en varias fases. El coste total fue de 3,5 millones y aunque su resultado final no fue del agrado de muchos aficionados a los toros, el activo museístico reforzó la marca taurina de la ciudad.

Sin embargo, el tiempo ha jugado en contra del inicial atractivo que este espacio situado en plena Judería produjo. En ese año 2014, y con tan sólo tres trimestres operativos , el balance de visitantes fue de 34.679. El pasado año 2017 se cerró con 23.270, es decir, un 32 por ciento menos. «El boca a boca funciona mucho entre los turistas y este aspecto y dejadez está influyendo en esa pérdida de visitantes», agregó la edil popular.

La concejal del PP puso énfasis en el cierre de los museos por las tardes desde que arrancó el verano. «A partir de las tres de la tarde no hay nada abierto en Córdoba salvo la Mezquita-Catedral , los comerciantes se quejan amargamente y no hay oferta para los turistas, pese al verano tan fresco que tenemos por ahora», explicó. Luego particularizó en tres recintos que por diversos motivos están cerrados o no aptos para su uso. Martínez-Sagrera se refirió al caso de la Sinagoga , cerrada por obras desde diciembre pasado, y «sin que haya un cartel en el que pueda indicarse cuándo podría estar reabierta».