EL DEDO EN EL OJO

Tengo un sobrino en Madrid

Es la campaña del 4-D lo que provoca el sonrojo

Mario Flores

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No es ya solo porque la empresa en cuestión esté radicada en Madrid, o porque en la misma se encuentre trabajando el sobrino del presidente del Parlamento Andaluz, Juan Pablo Durán (el Niño de las Cunetas). Es que, además, la campaña de promoción del orgullo andaluz que el Parlamento está promoviendo produce el mismo sonrojo que la tonalidad del logo del PSOE.

La campaña puesta en marcha a través de las redes sociales pretende, según palabras del conspicuo presidente parlamentario, difundir la idea de que «en Andalucía no nos quedamos en el tópico. Apostamos por el esfuerzo y luchamos por un futuro». Y para huir del tópico recargamos el vídeo con sobreabundancia de «pechá», «miarma», «illo», perol, tapitas, «jartá», «quillo», «no ni ná», «compaes»… pretendiendo que ese es el lenguaje del común de los andaluces. He echado en falta el «picha» gaditano aunque, dada la sobrerrepresentación de vulgarismos en el vídeo, tampoco es que haga falta hacer sangre.

La existencia de ese ocurrente lenguaje (por qué no decirlo) nos sirve a «algunos andaluces» para comunicarnos en situaciones familiares, las más de las veces cerca de la barra de un bar. Pero oficializar esa manera de expresarse e institucionalizar su uso supone una forma de alimentar el topicazo del andaluz gracioso, proclive a la fiesta y chistoso a tiempo completo; justo lo contrario del propósito de la campaña. Que el Parlamento andaluz —esa folclórica cosa— haya puesto en manos de una empresa madrileña (El Cañonazo Transmedia) la imagen de Andalucía para maltratarla de este modo, resulta similar a lo que viene sucediendo en la televisión nacional (perdón por el término): mandamos allí a los graciosos andaluces para que hagan de chachas en las series o de presentadores salerosos en apestosos e insoportables programas. Gracias a este socialismo andaluz seguimos ofreciendo la imagen de siempre, señor Durán: somos las chachas de España.

Si el vídeo ambiciona trasladar la idea de que en Andalucía se innova, se crea y somos muy trabajadores, mal se compadece este propósito con encargar su producción a un empresa madrileña: ¿somos o no capaces de hacer vídeos aquí? Estoy convencido de que sí, igual de bien o mejor que allí. Pero, claro, que el hijo de Inmaculada Durán (exdirectora general de Consumo de la Junta y poderosa dirigente del PSOE cordobés) se encuentre trabajando en la empresa de marras y que, como buen hijo de socialista, lidere las juventudes del partido, imagino que habrá tenido su peso a la hora de adoptar la decisión. Eso bien vale 14.000 euros.

Todo queda en casa. En la casa socialista y en la patria común de todos los andaluces que es este patio de Monipodio del Sur de España donde van y vienen guitarras, entran y salen jinetes a caballo, vamos y venimos de romerías y corre el vino, salta la juerga y vitoreamos todo ello con ese «acentito» que con su deje viene a confirmar que sí, que esta tierra es la «mejón der mundo». Y por eso hemos de votar siempre a los mismos, para que los malajes no nos amarguen la existencia y para seguir fortaleciendo esa estructuralidad que, aunque nos condene al paro, a la pobreza y a los furgones de cola europeos, nos haga sentirnos los más graciosos del mundo mundial y si hace falta se lo demuestro cantando…

Lamentable propuesta nos hacen los barandas del régimen para este 4 de diciembre conmemorativo de los derechos de los andaluces. Y más lamentable resulta, señor Durán, que se envuelva usted en la bandera para despachar 14.000 euritos a la empresa de su sobrino.

¿Podría hacer usted el favor de dimitir?

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