Agricultura

El repunte de la pandemia frena en seco el crecimiento de la industria agroalimentaria de Córdoba

Sectores como los lácteos, el vino, los ibéricos o el aceite de oliva fían su recuperación a la contención del virus en 2021

Planta de envasado de una fábrica de aciete de oliva Nieves Sanz

Pablo Cruz

El hecho de que la crisis sanitaria del Covid-19 no solo no haya desaparecido sino que en las últimas semanas se haya recrudecido por el aumento de casos positivos y el incremento de las hospitalizaciones origina que los grandes grupos agroalimentarios cordobeses señalen a la evolución de la pandemia como el principal factor a tener en cuenta en 2021 tanto para sus empresas como para el sector al que pertenecen. No obstante, mantienen la esperanza de que se puedan ir recuperando los mercados a medida que se vaya extendiendo la vacunación.

La firma agroindustrial más importante en la provincia es Covap , cuya facturación en 2019 se colocó en los 476 millones de euros, un 2,3 por ciento más que en el ejercicio anterior. «Ha sido un año en el que nos ha tocado reinventarnos y remar con más fuerza y coordinación que nunca junto con nuestros socios, trabajadores, proveedores, clientes y la sociedad en general», según señalaron a ABC fuentes de la cooperativa con sede en Pozoblanco .

En esta línea, la compañía pedrocheña reconoció que 2020 «ha sido un año difícil en el que se ha puesto en valor más aún si cabe el trabajo de nuestros ganaderos y en el que se han sentado las bases para afrontar con fuerza 2021, que, no obstante, no se espera que sea fácil ».

La empresa presidida por Ricardo Delgado Vizcaíno no aporta previsiones concretas de la posible evolución de su volumen de ventas, pero sí aseguró que «queremos seguir invirtiendo y creciendo en innovación de procesos y productos, en digitalización y en internacionalización, además de producir de forma sostenible y abarcando toda la cadena, desde la explotación hasta la transformación y comercialización a fin de adaptarnos a las nuevas necesidades del consumidor actual».

En la actividad oleícola hay previsiones de crecimiento, aunque con inquietud con respecto al Covid-19. El presidente de Almazaras de la Subbética, Francisco Serrano , espera que esta cooperativa de segundo grado acabe 2021 con un crecimiento de sus ventas de un 50 por ciento, hasta llegar a unos 150 millones de euros. Este directivo achacó esta subida a la mayor cosecha estimada esta campaña, aunque, según afirmó, la calidad y los rendimientos están siendo inferiores a los esperados por los efectos en las aceitunas de las altas temperaturas que hubo en octubre y de las heladas en diciembre y en enero.

Durante 2020 la empresa con sede en Carcabuey integró a la Cooperativa Agrícola de Rute , que antes formaba parte de Dcoop. «Hay más entidades que nos han pedido sumarse a nuestro proyecto, pero en este aspecto queremos ir con tranquilidad porque apostamos por un crecimiento ordenador y controlado», resaltó Serrano.

Mercado del aceite

En relación a los precios, el también máximo responsable de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Priego de Córdoba indicó que los niveles actuales «son buenos, aunque de cara a los próximos meses las cotizaciones, en su opinión, dependerán de las previsiones de la campaña 2021-2022 y de la lluvia que se registre hasta su comienzo. La actual crisis sanitaria nos preocupa mucho por la aparición de positivos en las explotaciones y en las cooperativas y por la caída de las ventas debido a la suspensión de eventos y las restricciones a las hostelería», apuntó Serrano.

Uno de los grandes representantes del sector vitivinícola cordobés es el Grupo Pérez Barquero . Su presidente, Rafael Córdoba , señaló que «las actuales circunstancias auguran un primer trimestre malo para nuestra empresa y para la DOP Montilla-Moriles en general, pero tenemos fundadas esperanzas en que se preste a la hostelería la atención y las ayudas que precisa y en la vacunación, de modo que la situación pueda cambiar sustancialmente a partir de entonces y esto nos permita regularizar por completo el volumen de negocio para final de año». Su facturación anual suele rondar los 10 millones de euros .

Este directivo destacó los efectos negativos de la pandemia sobre las ventas de sus vinos embotellados de gama alta, que se están viendo más afectados por el cierre de la restauración y la suspensión de distintos eventos. «Esta situación sanitaria también repercute en nuestros generosos tradicionales como consecuencia de que su mayor cuota de mercado se encuentra en la población de más edad, la más afectada por el virus», subrayó Córdoba, quien, asimismo, aludió a la menor comercialización exterior en Asia, África y Australia.

Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia