Rafael Blanco: «No pedimos favores, sino justicia a nuestro trabajo en Caballerizas Reales»

El presidente de Córdoba Ecuestre, Rafael Blanco, ya sabía de antemano, por contactos con ambas instituciones, que el Ayuntamiento y el Ministerio de Defensa iban a prorrogar el protocolo de Caballerizas Reales para cerrar una negociación. La novedad en este acso es que ha sido por un año en lugar de dos, como se esperaba en un principio. Pero, en su opinión, eso no resuelve la situación ni de la institución que preside ni del histórico edificio donde trabajan.

Su mayor deseo ahora es las partes «se marquen un tiempo en el que se sienten a negociar y llegar a un acuerdo definitivo, y no ocurra ahora lo mismo que en los dos años anteriores y las cosas se demoren».

Por eso, la sensación de Blanco era la de satisfacción prudente, hasta no saber cuándo comenzarán realmente las negociaciones sobre la titularidad del edificio. «Lo suyo sería que a finales de 2017 todo estuviera cerrado», explicó.

Proyectos pendientes

La prórroga, además, significa el retraso por un año más de los proyectos que tienen en mente poner en marcha cuado su situación de precariedad jurídica sea parte del pasado. y que son vitales para seguir creciendo. Es el caso de una Escuela de Jinetes, las visitas turísticas al edificio, la puesta en marcha de una biblioteca con fondos de la Asociación Nacional de Criadores de Caballos de Pura Raza Española o que haya espectáculo diurno complementario al nocturno. «Necesitamos algo definitivo para cerrar, por ejemplo, acuerdos con escuelas ecuestres como Viena o Francia, que se hacen a varios años vista», explicó.

Proyecto, por cierto, que «estamos dispuestos a afrontarlos y asumirlos directamente» y que, incluso algunos de ellos, «estamos en disposición de ponerlos en marcha al día siguiente de que se llegue a un acuerdo». Blanco recordó también que Córdoba Ecuestre lleva realizados «importantes desembolsos» en Caballerizas, a pesar del riesgo que corren de y tener que marcharse de allí si no se cierra un acuerdo. «No pedimos favores, sino justicia y eso implica el reconocimiento a nuestro trabajo. Ni más ni menos», sentenció.