Turismo

Los principales monumentos de Córdoba echan el cerrojo por la tarde

Los espacios que sí abren, como las casas de Sefarad o Andalusí y la Mezquita-Catedral, reciben más visitas

Un turista mira la puerta cerrada del Alcázar ABC

Jessica Flores

Conseguir que el turismo aumente en Córdoba. Ese es uno de los objetivos que desde el Ayuntamiento han repetido en numerosas ocasiones, más tras el reconocimiento de Medina Azahara como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Pese a esto, un verano más, la mayoría de los monumentos de la ciudad permanecen cerrados durante las tardes, lo que limita la oferta cultural a los turistas. Puertas cerradas a partir de las 14:30 horas -algunos a las 15:00 horas- en gran parte de los atractivos turísticos de la ciudad es lo que se encuentran los visitantes que aprovechan para visitar la ciudad en verano.

Los viajeros que llegan a Córdoba se encuentran con cerrojos echados al llegar a algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad como son el Alcázar de los Reyes Católicos , el Palacio de Viana o el centro de Julio Romero de Torres. Enclaves de interés que desde mitad del mes de junio y hasta septiembre mantendrán un horario acordó a la etapa estival. La misma línea siguen otros espacios turísticos de la ciudad como la Posada del Potro , el Museo Arqueológico y el Taurino, así como los Baños Califales. Una práctica habitual tanto entre los monumentos y pinacotecas municipales como los que dependen de la Junta de Andalucía durante el atardecer veraniego en Córdoba.

La ciudad califal de Medina Azahara , protagonista indiscutible durante el último mes por el galardón recibido, tampoco abre durante las tardes de estío a sus visitantes. Eso sí, se ha habilitado un turno de visitas nocturnas con representaciones teatrales durante los viernes y sábados. Una oferta similar tiene el Palacio de Viana que organiza espectáculos teatrales durante los fines de semana de julio. Por su parte, la Sinagoga continúa cerrada por obras desde hace más de tres meses.

La Mezquita-Catedral, la Casa Andalusí, la Casa de Sefarad y la Torre de la Calahorra sí continúan recibiendo turistas durante las tardes de julio y agosto. «Durante verano tenemos más visitas en las tardes porque el resto de monumentos están cerrados», apuntan desde la organización de la Calahorra situada al final del Puente Romano. «La oferta cultural para los visitantes es menor» a partir de la hora de la siesta ya que « muchos centros cierran , por eso nosotros preferimos cerrar durante la hora de la comida y abrir desde las 16:30 a 20:30», explica un trabajador del recinto histórico.

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