ARQUEOLOGÍA

Príapo, el dios romano del miembro gigante que fue rescatado de las tierras de un marqués de Córdoba

El mosaico, que representa a la deidad del mundo rural, fue hallado en 1891 en Bobadilla

Dolores Baena y Ángel Palomares en el Museo Arqueológico de Córdoba ROLDÁN SERRANO

IRENE CONTRERAS

A finales del siglo XIX, los jornaleros que trabajaban las tierras del Marqués de la Vega de Armijo en Bobadilla acostumbraban a ver interrumpida su labranza por hallazgos inesperados. La constante aparición de estos restos arqueológicos llevó al propietario de las tierras, a las afueras de Córdoba , a iniciar una serie de excavaciones en las que se encontraron mosaicos de la época romana.

Entre ellos se encontraba una pieza musivaria única, genuina, cuyas teselas formaban un emblema en el que el elemento principal era un hombre desnudo exhibiendo un miembro viril de fastuosas y desproporcionadas dimensiones.

El marqués acostumbraba a depositar los hallazgos en lo que entonces se conocía como Museo de Antigüedades de Córdoba . Al ver la impactante figura de aquel hombre entre las coloreadas teselas del mosaico no dudó en contactar con el director de la Escuela de Bellas Artes, Rafael Romero Barros , para ponerle al tanto de su descubrimiento.

Así lo describía el noble cordobés en 1982: «Viste una túnica corta, que con ambas manos levanta por la delantera, ostestando en su falda recogida una porción de flores con sus vástagos y hojas, dejando al descubierto, al levantarla, el medio cuerpo inferior, enteramente desnudo, y el órgano de la generación de inusitado desarrollo ».

Romero Barros no tuvo duda de que aquel hombre que habían reproducido sus antepasados no era un exhibicionista cualquiera sino el dios rústico Príapo , protector del ganado y de la agricultura.

Príapo y su enorme miembro en el mosaico de Bobadilla-ABC

Esta pieza sirvió como excusa para hablar, dentro del ciclo « La pieza del mes » del Museo Arqueológico de Córdoba , de conservación, de mitología, de Príapo, de la tutela pública de los bienes patrimoniales y de la colaboración interinstitucional.

Y es que el mosaico de Príapo de Bobadilla no sólo es interesante por su contenido, sino también por su historia museística: fue regalado primero al Museo de Bellas Artes por el Marqués de la Vega de Armijo y tras la reorganización de los fondos museísticos pasó al lugar que le correspondía, el Arqueológico. Es un ejemplo de cómo el coleccionismo privado puede acabar beneficiando al patrimonio público.

Ahora, esta representación única de Príapo , elaborada posiblemente en los talleres musivarios de una «villae» romana, recibe a los visitantes en el Museo Arqueológico de Málaga después de que esta institución solicitara el depósito temporal de la pieza. Así lo explicó el jefe del departamento de Conservación e Investigación del Museo de Málaga, Ángel Palomares , que junto a la directora del centro cordobés, Dolores Baena , presentó y contextualizó la obra en la biblioteca del museo de Jerónimo Páez.

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