PUERTA GIRATORIA

Política de brazos caídos

La monserga socialista, el discurso de votos por bienestar lo impregnó todo hasta convertir en inapelable un discurso falso

Una mujer en espera de la Ley de Dependencia en Córdoba Rafael Carmona
Natividad Gavira

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Todos conocemos a alguien que nunca fue atendido por la ley de Dependencia , contribuyentes agotados en mil requisitos legales a los que nunca se les prestó ayuda. Tendrán noticia también de gente en lista de espera para ser operada, y en el peor de los casos, hemos podido comprobar como en algunos hogares las dos circunstancias se unían en una alineación difícil de sostener para la conciliación y la calidad de vida familiar. Hemos conocido fallecimientos en esta espera, mientras la dejadez administrativa de la Junta de Andalucía solo se explicaba por el aturdimiento de sus gestores, somnolientos tras la enésima crisis de partido, distraídos después del último envite por el que arrinconaron el bienestar social mientras proclamaban su autoría. La monserga socialista lo impregnó todo durante demasiados años, hasta convertir en inapelable un discurso falso.

En Córdoba más de cuatro mil seiscientos usuarios son almas de una lista oculta y otras once mil personas de la provincia siguen pendientes de las ayudas previstas por la ley tras haber sido valoradas y presentar su solicitud. Los primeros no figuran en ningún sitio y, según las cifras que maneja el ejecutivo de Juan Manuel Moreno , otros seis mil doscientos cordobeses siguen esperando una evaluación individual para hacerse acreedor de las ayudas económicas o asistenciales de esta ley tan necesaria como devaluada en manos del partidismo y la propaganda. Este descubrimiento de Moreno atenta contra la dignidad de muchas personas porque a muchas de ellas, en zonas rurales y casi puerta a puerta, se les convenció del intercambio de favores que representaba obtener cierto alivio. Votos por bienestar.

Así ha sido durante años, y el empleo de tanta dádiva falsa ha contribuido a mantener un sistema fallido con los más débiles, dispuesto siempre a agigantar la posesión del buenismo, el modo de proceder que consiste también en el sur en garantizar derechos prometiendo el bienestar y negando los recursos por ineficacia y descontrol. Este término, sometido al sufijo de toda una época, se queda muy corto para esconder tanta indolencia . Todo lo ocurrido representa ya la certeza de haber vivido en la euforia de discursos lacrimógenos como medio de control de la realidad, mientras la verdad se esconde tras la indefensión y la desesperanza de muchas personas. Esta es la expresión de un modo de actuar en política que presupone el mando absoluto y atemporal, pero ahora las cifras afean el rostro de quien solo quiso poder.

Este es el punto y final de un tiempo del que toca aprender al nuevo gobierno de la Junta. A los ciudadanos resta preguntarnos qué les habrá ocurrido a quienes dieron la orden para la inacción y la ocultación, y a los que intervinieron de manera errónea y lenta en el proceso; querríamos saber qué habrá ocurrido, ya no con sus honorarios, sino también con su conciencia, el lugar donde todos estamos solos, donde nadie manda.

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