Cata del Vino Montilla-Moriles

Cata del Vino Montilla-Moriles 2018: El debate del recinto de la Diputación

Los productores reconocen sus ventajas, pero se sienten un poco constreñidos y apuntan al Arenal o el polígono de Pedroche

La Cata genera un buen ambiente distendido y apto para la tertulia informal VALERIO MERINO

J. Martínez

Avanza la Cata del Vino Montilla-Moriles con bastante buena entrada, hasta la fecha. Y como si fuera una foto fija de cada año se repite el mismo ritual: una primera jornada no tan buena (hay que tener en cuenta que es en la que están presentes todos los políticos y es el día más institucional y alejado del fin de semana), un segundo día que mejora sustancialmente y un sábado y domingo «desbordantes» .

Un ejemplo de ello bien podría ser la noche del pasado jueves, coincidiendo con la noche temática dedicada a los universitarios por el cincuentenario de la escuela de Agrónomos, en la que se volvieron a producir llamativas colas en la entrada de la Cata, con muchísima gente joven, para acceder al interior del recinto. Una situación, por cierto, que lejos de generar malestar entre bodegueros y cooperativistas, a la mayoría les gusta ese ambiente , siempre y cuando « no se salga de madre » cuando se bebe en exceso.

Desde hace cuatro año

Pero es también el ejemplo de que el recinto elegido para esta celebración tan primaveral y turística se ha quedado «chico» , por lo menos desde hace ya unas cuatro temporadas.

¿Quiere eso decir que los productores que dan vida a la Cata no les gusta el aparcamiento de La Merced ? Nada más lejos de la realidad. Siendo realistas y prácticos, es el lugar, a día de hoy, «idóneo» . La razones son obvias, pero nunca está de más recordarlas: «Está ubicada en el mismo corazón de la capital, está asfaltado, hay buena comunicación a través de los autobuses de Aucorsa que paran en Colón y está al lado del AVE », explica Juan Carlos Garrido, de la bodega Jesús Nazareno.

Una opinión compartida por todos, sin excepción. Es más, es la que ha elegido el Consejo Regulador y «ahí se va a quedar hasta que nos echen », afirmó contundente su director-gerente, Enrique Garrido, quien en su memoria está hace unos 15 años cuando eso ocurrió. Era cuando esta celebración era abierta al público sin restricción día y noche y algunas personas llegaban a saltar el muro que rodea al aparcamiento para entrar. La Policía Local tuvo que poner orden y hubo un castigo de un año con la Diputación cerrada a la Cata. Por lo demás, «este sitio es lo mejor que tenemos ».

Debates sobre la ubicación

Ayer, tras la primera noche masiva de público, hubo debates en algunos puestos sobre alternativas de ubicación , con vistas a un espacio menos restrictivo. Uno de ellos fue en Herederos de Torres Burgos. Y sobre el tapete se colocaron varias ideas. Desde el traslado hasta el recinto ferial del Arenal , eso sí vallado y preparado para la ocasión a base de servicios y algún tipo de asfaltado, pasando por algunos de los espacios que hay libres en el polígono de Pedroche, cerca de Carlos III , y alguno insinuando, incluso, que se podría celebrar en el parque de Colón.

Salvo la última, las otras dos posibilidades tienen sus pros y sus contras. A favor de Pedroche está el paso del Cercanías a Rabanales y la posibilidad de que Aucorsa dispusiera de búhos nocturnos y un incremento de vehículos hacia la zona ida y vuelta. En ambos casos se ganaría en amplitud. En contra, lo que todos temen: bebida y volante no casan y lo último que se quiere es un accidentado por consumo excesivo de vino.

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