El dedo en el ojo

Un nuevo día

Y si Bellido no cumple, se le retira el apoyo

Bellido, en su colegio electoral Valerio Merino
Mario Flores

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Hace tiempo que en España ha dejado de resolverse en un acto único cualquier elección que se celebre. El votante deposita su voto en la urna y después han de ser los partidos los que establezcan los pactos necesarios para alcanzar el gobierno, sea éste nacional, regional o municipal. Dijimos adiós a los gobiernos en solitario para adentrarnos en el juego del toma y daca que finalmente junte a los que Dios cría. Así ha ocurrido en nuestra ciudad una vez hecho el recuento de los escrutinios emitidos anoche.

Los resultados ya los conocerá el lector: el PP de Bellido supera al PSOE de Ambrosio y tiene la oportunidad de gobernar apoyado presumiblemente por Ciudadanos y Vox. Eso dicta la lógica aunque ésta, en política, se ausente algunas veces. Lo digo porque también suma PSOE con IU y Cs, aunque es de esperar que esa combinación bizarra no se diera nunca. Pero, ya digo, en política nunca se sabe… Si se impusiera la lógica, estos próximos cuatro años tendríamos a un gobierno de centro-derecha bajo la modalidad de un «pacto a la andaluza». Y eso no será bueno ni malo, sino todo lo contrario.

Se terminó el gobierno de «Los Roper» , ese que conformaban Ambrosio y García que aunque era mal avenido hacía gracia. Es de suponer que a partir de ahora el gobierno que conforme Bellido se dedique menos a las cuestiones ideológicas y se centre más en lo que los cordobeses demandan realmente. Ya se lo espetó a la alcaldesa en uno de aquellos debates que se celebraron en campaña. La redenominación de las calles deberá pasar a un segundo plano para, efectivamente, centrarse en lo necesario e importante. Y también llegará el momento de pedir cuentas al popular si no es capaz de bajar los impuestos como prometió. Será necesario recuperar el buen tono con empresarios, comerciantes y cofradías y recuperar la normal convivencia entre todos los cordobeses.

La señora Ambrosio pidió a los cordobeses durante la campaña que apoyaran el proyecto que se inició hace cuatro. Se ve que los ciudadanos no han comprado esa idea y han optado por premiar otras opciones. Lógico.

Tanto sectarismo no resuelve el día a día de las personas y por eso los cordobeses e han decantado por otras opciones. Bienvenido sea el cambio. Se abre, por tanto, una buena oportunidad para volver a tocar la realidad con los dedos de la administración que, esperemos, debería tener una sensibilidad más pegada a las auténticas necesidades.

En el resto de la provincia las cosas también se han dividido, como ha ocurrido en Lucena donde gobernará el PSOE con o sin IU. Priego vuelve a recuperar la alcaldía de la mano del PP y Fernando Priego arrasa en Cabra viéndose premiada su magnífica gestión. Esta situación estaba cantada. Casi podríamos decir que hay para todos porque, por ejemplo en Montilla , ha sido la izquierda quien se ha llevado el gato al agua.

Es lo que tiene nuestra democracia que se puede quitar y poner a los partidos según nos haya ido con ellos. Y si después el señor Bellido no cumple con su palabra podemos volver a intentar cambiar las cosas dentro de cuatro años.

Brindo por la democracia y espero que a todos nos vaya todo lo bien que merecemos. Estoy seguro de que los ciudadanos, no tenemos la culpa de las disputas ideológicas y los intereses personales de nuestros políticos.

Hoy es otro día . Estrénenlo con ilusión. Y, en todo caso, si las cosas no han sido de su gusto, siempre nos quedará la feria.

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