Apuntes al margen

Nissan, la Base y la industria

Si las instalaciones militares vienen a Córdoba y las fábricas van a Barcelona, el pan será como unas tortas

Fábrica de Nissan en la Zona Franca AP
Rafael Ruiz

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La noticia era tan profundamente psicodélica que había que leerla dos veces para entenderla. Resulta que a un fiera del Ministerio de Industria , ese que no tiene mucho que hacer en territorios como Córdoba, había pensado que sería una magnífica idea para reindustrializar la Zona Franca de Barcelona que llevar de la oreja a las principales empresas que realizan trabajos externos para el Ministerio de Defensa. El próximo 1 de enero, el gigante japonés Nissan cerrará sus instalaciones de la ciudad condal, que son gigantescas, y dejará exclusivamente el no menos enorme almacén de piezas que posee en El Prat, donde viven tantos cordobeses que tuvieron que emigrar.

El Ejército de Tierra depende de una serie de empresas para encargos muy concretos que tienen que ver con alta tecnología que excede al personal y los equipos propios, según han contado en este periódico Esteban Villarejo y Álex Gubern. Cada firma de la Unión Temporal de Empresas, entre las que se encuentran Santa Bárbara Systems , ubicada en Sevilla, trabaja en sus propias instalaciones. Lo que quería Industria es que crearan una estructura unificada, ya se vería cómo, para tomar el lugar de la multinacional del automóvil que va a dejar un enorme hueco en el corazón industrial de la capital catalana, un territorio muy potente en este aspecto pero que no es ajeno a las estrategias de deslocalización del capitalismo global.

El problema A es político y el B es de compromiso. Vamos con el A. La Generalitat está gobernada por una mezcla inestable liderada por Esquerra Republicana de Cataluña , un partido que ahora parece presentable y socialdemócrata pero que hace cuatro días triunfaba como la pepsi cola en las casas okupa. La primera vez que el que escribe leyó la frase «Espanya ens roba» fue hace ya algunos años en un pasquín editado por las juventudes del partido, las JERC, que en aquella etapa estaban dirigidas por un chico llamado Pere Aragonés, hoy presidente. ERC se lleva mal que bien con los de Junts por Waterloo y necesitan los votos parlamentarios de la CUP , que están como las maracas de Machín . Dar por bueno que tres partidos que consideran que el Ejército es una fuerza de ocupación van a aceptar la fábrica que pone a punto los tanques es para sacarle los colores a Reyes Maroto o a quien se le haya ocurrido el invento.

Con todo, la peor parte del invento es la B y por eso Defensa ha estado rápida en parar el asunto antes de que se convirtiese en una bola de nieve difícil de manejar. La Base Logísica no es una dádiva para la ciudad de Córdoba. Es una inversión . Está costando dinero en forma de créditos que acabarán pagando nuestros hijos. Todo el mundo entiende que si la ciudad y el Gobierno autonómico decidieron apostar capital a este proyecto no es exclusivamente para la creación de una gran organización militar abaratando la factura del proyecto de obras al Ministerio de Defensa. Que también.

Se hizo como una vía para la reindustrialización de una tierra que tiene sector primario, construcción y servicios pero a la que la faltan fábricas, mano de obra estable y cualificada, inversión tecnológica y empresas proveedoras de toda índole. Si la infraestructura estrictamente militar viene a Córdoba (a Andalucía, al Sur) y la industria auxiliar se va a Barcelona (al Norte) , por los motivos políticos que todo el mundo puede imaginarse , estaremos haciendo un pan como unas tortas. Y se volverá a lo de siempre cuando se toman este tipo de iniciativas en las que un puñado de votos en el Congreso marcan la diferencia.

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