La mitad de los partes a las aseguradoras son por la sequía

Las altas temperaturas de la pasada primavera prolongan una sequía que se verá agravada a lo largo de los meses de verano y que tiene ya serias repercusiones en el agro cordobés. Para combatir esta situación, agricultores y ganaderos cuentan con una herramienta: las pólizas de seguros, un instrumento al que se recurre para reclamar los daños por las pérdidas de cosechas o perjucios en la ganadería por la falta de lluvia.

Los partes presentados hasta el pasado mayo, según informa a ABC la patronal agaria Asaja Córdoba , reflejan la incidencia de la sequía, ya que la mitad de los daños reclamados son por esta causa. Así, de los 55 partes presentados, 26 eran para mitigar los efectos de las altas temperaturas y la falta de agua.

Desde Asaja se recuerda la importancia de contratar seguros agrarios, ya que suponen «un instrumento eficaz para estabilizar las rentas agrarias frente a situaciones desfavorables para campo».

Por otra parte, desde Agroseguro —la asociación que se encarga de la gestión de los seguros agrarios por cuenta y en nombre de las entidades aseguradoras— se informa que hasta el 31 de mayo pasado se recibieron partes de siniestro de casi 585.000 hectáreas de cereales, en todo el territorio nacional, como consecuencia de la climatología adversa. Hasta el momento, la sequía es el riesgo que más daños está causando, con partes de siniestro de 353.000 hectáreas.

Le siguen las heladas ocurridas a finales del mes de abril, con 131.400 hectáreas reclamadas; pedrisco, con 35.849 hectáreas; fauna silvestre (53.991 ha); u resto de siniestros (9.985 ha).