ANÁLISIS

Misil a la línea de flotación de «la ciudad de las personas»

La dimisión del edil de Servicios Sociales revela el fracaso del principal ideal que inspiró la campaña de Ambrosio

Rafael del Castillo saluda a la alcaldesa, Isabel Ambrosio, en los pasillos del Ayuntamiento VALERIO MERINO

IRENE CONTRERAS

Corría el año 2015. Isabel Ambrosio dejaba su asiento en la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Córdoba para postularse como candidata del PSOE a la Alcaldía. Su objetivo: «poner a las personas en el centro» de las políticas municipales. La ciudad, como el resto del país, salía lentamente de una cruel crisis económica de consecuencias devastadoras para miles de familias cordobesas. En este marco, los Servicios Sociales del Ayuntamiento, la institución más cercana al ciudadano, constituían uno de los pilares básicos del programa del PSOE.

Dos años después, la dimisión del delegado de Servicios Sociales puede interpretarse como una señal de que el compromiso del PSOE con la atención a la ciudadanía más desfavorecida no está siendo tan firme como se esperaba. La delegación quedó en manos de IU tras las negociaciones para la formación del cogobierno, pero el liderazgo último del Ayuntamiento pertenece al PSOE y a su alcaldesa. Rafael del Castillo ha confesado que se marcha por sentirse maniatado en el día a día de unos Servicios Sociales con una falta acuciante de medios y de personal , incapaces de atender como deberían a las personas que Ambrosio quería poner en el centro de sus políticas.

Y no le tiembla el pulso a la hora de señalar a los culpables. En el duro comunicado publicado el lunes por el edil saliente señala una falta de compromiso por parte de sus socios de gobierno que deja en muy mal lugar al PSOE. Del Castillo esperaba «un mayor esfuerzo compartido y mayor implicación» para sacar adelante medidas con las que se abanderó el actual gobierno local, como el plan de rescate . El concejal que hasta ahora había dado la cara por este área culpa a la restrictiva reforma del PP sobre las administraciones locales, pero sólo en parte. Se podía haber hecho más . «Priorizaremos las mejoras en la dotación de personal en el área de servicios sociales en la medida que el marco legal en la materia lo permita», puede leerse en el programa electoral de Ambrosio.

¿Qué pasa con IU?

Tiempo tendrán los socialistas de defenderse de estas acusaciones, aunque no es el único reto inmediato que tienen a la vista. Quedan casi dos años de mandato en los que IU y PSOE seguirán condenados a entenderse bajo riesgo de ruptura. La marcha de Del Castillo deja a sus compañeros del grupo municipal en una situación doblemente incómoda. Por un lado, les corresponderá a ellos limar asperezas con sus socios de gobierno. Por otro están las constantes alusiones del concejal a la « responsabilidad » y la « honradez » que le han empujado a renunciar al cargo. Del Castillo ha recibido elogios de un sector de la izquierda que considera que IU no puede seguir viéndose lastrado por los socialistas . Entretanto, el resto de ediles, insertos en la misma correlación de fuerzas, no se han planteado -al menos abiertamente- abandonar el gobierno antes de que se extinga el mandato.

La marcha de Del Castillo deja en una situación incómoda a sus compañeros de formación

Ahora, en IU manda la prudencia. El consejo local ha nombrado a un sustituto para Del Castillo y la agrupación se ha limitado a defender y agradecer el trabajo realizado por el edil. Sus últimas declaraciones no tuvieron eco en la formación en la que, asegura, seguirá militando. Llama la atención que ni siquiera el primer teniente de alcalde y coordinador provincial de IU, Pedro García , muy dado a expresar sus opiniones a través de las redes sociales, no se haya referido al asunto más que para decir que «ha sido un honor compartir esta etapa» con su compañero. Durante la presentación de Juan Hidalgo como relevo de Del Castillo, García esquivó alusiones a una posible fisura política con el PSOE pero no negó evidencias. «Todo lo que no sea tener mayoría absoluta es un problema» para impulsar las políticas de IU, afirmó.

Hay que recordar que los planes de IU para estos cuatro años de mandato distaban mucho de lo que finalmente están siendo. Cuando decidieron gobernar junto al PSOE no pensaron en hacerlo en minoría. Contaban con que los cuatro ediles de Ganemos se sumaran a sus cuatro concejales en un frente común capaz de llevar la voz cantante en el Ayuntamiento. No fue así. A última hora, con las negociaciones prácticamente cerradas, la Asamblea de Ganemos decidió que apoyaría la investidura de Ambrosio pero se quedaría como muleta del cogobierno desde la oposición. Esto desbarató los planes de IU, pero accedieron a gobernar en clara minoría con el PSOE pese a las evidentes dificultades que les acarrearía. La otra posibilidad habría sido posibilitar un segundo mandato de Nieto, y eso no era una opción para quienes querían hacer de Córdoba la ciudad de las personas .

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