Sanidad

Mevion congela el Centro Andaluz de Protonterapia previsto para Córdoba en Rabanales 21

La donación de Amancio Ortega de esta misma tecnología a Andalucía lo supedita a necesidades futuras

El Centro de Protonterapia de Córdoba creará 52 empleos de alta cualificación

Tratamiento de protonterapia a una niña Archivo

Rafael Ruiz

El Centro Andaluz de Protonterapia , una inversión privada que se iba a realizar en Rabanales 21 para aplicar esta nueva tecnología contra el cáncer, está oficialmente en situación de congelación . De ‘stand by’. Un portavoz de la dirección de la Unión Temporal de Empresas (UTE) que iba a invertir unos cuarenta millones de euros el parque tecnológico Rabanales 21 para proveer de este servicio desde la empresa privada ha anunciado que el proyecto está en estos momentos «pendiente de valoración». En concreto, «del encaje del proyecto en la evaluación de necesidades futuras de protonterapia en Andalucía».

El panorama ha cambiado tremendamente en esta materia, el desarrollo de tratamientos innovadores contra el cáncer, por una decisión filantrópica . La fundación de Amancio Ortega , el empresario gallego propietario de Inditex, firmó un acuerdo con el Gobierno con el objetivo de donar diez equipos completos de protonterapia que irán a otros tantos hospitales del Sistema Nacional de Salud (SNS).

Las empresas reconocen que la adquisición de esta tecnología modifica el panorama en lo relativo a las oportunidades de la sostenibilidad de la inversión, que llegó a ser considerada estratégica por la Junta de Andalucía e introducida en su nuevo sistema de aceleración de inversiones.

Una de las claves del Centro Andaluz de Protonterapia es que establecía un equipamiento privado que era susceptible de prestar servicios concertados al Servicio Andaluz de Salud (SAS). Pero el SAS va a contar con dos de esos equipos de protonterapia en los hospitales que se han designado para esta finalidad. La Junta optó por instalarlos en el Hospital de Emergencia Covid de Sevilla (antiguo Hospital Militar) y al Hospital Regional Universitario de Málaga .

Las dos ubicaciones se eligieron por criterios, dijo la Junta, de equidad y accesibilidad del grueso de la población andaluza. El acuerdo con la Fundación Amancio Ortega implica que las instalaciones del SAS darán también servicios a los pacientes que lo precisen de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla , así como una serie de comarcas de las comunidades autónomas de Extremadura y Castilla-La Mancha.

Privado cien por cien

El proyecto de Córdoba estaba en manos de una unión temporal de tres empresas donde la tecnología corría a cargo de la empresa norteamericana Mevion , que es uno de los pocos fabricantes del mundo (no más de cuatro) que realizan y mantienen este tipo de tecnologías de última generación contra el cáncer. Ahora, la gran incógnita es quién se hará cargo del contrato público que tiene que poner en marcha el Ministerio de Sanidad para adquirir los diez equipos de protonterapia por valor de unos 300 millones de euros. Las famosas donaciones del propietario de Inditex son, en realidad, acuerdos de financiación.

El Gobierno licitará la adquisición de los equipos donados e irá pasando las facturas relacionadas con la compra a la organización filantrópica del empresario gallego. La Junta de Andalucía construirá sendos búnkeres en los hospitales designados ya que este tipo de tecnología de radioterapia tiene que instalarse en unas condiciones de seguridad muy concretas.

Inversión pública propia

Cada edificación de contención radiológica cuesta unos cinco millones de euros y aún no se han comenzado los trabajos concretos para ello. La Junta realizó recientemente una construcción similar en el Hospital Provincial para instalar el cuarto acelerador lineal del Reina Sofía financiado por Ortega.

La Unión Temporal de Empresas que impulsó el centro en Córdoba llegó a anunciar que se implantaría en Rabanales 21 sobre una parcela de 1.749 metros cuadrados de superficie con una edificabilidad de 2.448 metros cuadrados. En realidad, la adquisición de los terrenos nunca pasó de la fase de consultas previas. Por medio del Ayuntamiento de Córdoba , se realizaron las consultas pertinentes sobre precios, espacios disponibles y desarrollos urbanísticos.

No se llegó a firmar ningún contrato concreto de adquisición de suelo en el recinto tecnológico o en cualquier otra parte del término municipal. Que el proyecto quede en ‘stand by’ implica que también lo estarían tanto el ingreso correspondiente en las cuentas de resultados del tecnoparque (que acaba de salir del concurso de acreedores), los 52 puestos de trabajo previstos y la creación de un clúster de investigación y desarrollo en tratamientos contra el cáncer este tipo de técnicas.

En 2020, se produjo la presentación pública del proyecto en el que se involucró al Ayuntamiento de Córdoba, la Universidad y la Junta de Andalucía, entre otros agentes que podían hacer posible una inversión tan relevante que solo es sostenible si se produce una derivación de pacientes con enfermedades oncológicas que necesiten de este tipo de técnicas. Se estima que una pequeña parte de los enfermos de cáncer son candidatos a este tipo de técnicas. El directivo que presentó la iniciativa a las autoridades fue el vicepresidente de la empresa norteamericana para Europa que ya no forma parte de la compañía.

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