NAVIDAD EN CÓRDOBA

Los mercados de Córdoba se preparan para vestir la mesa de las cenas de Nochevieja

Los comerciantes tratan de dar salida a productos menos demandados mientras afrontan la competencia de las grandes superficies y los nuevos hábitos de consumo

Un puesto de pescado y marisco en el mercado de La Mosca VALERIO MERINO

Pilar Montero

En muchos mercados de Córdoba se puede observar estos días una imagen parecida. «¡Pescadita para la sopa, para prepararnos para el fin de año!», pregona uno de los placeros del mercado de La Mosca a primera hora de la mañana, cuando los carritos de la compra empiezan a recorrer los pasillos junto a compradores indecisos, habituales y los que se encuentran en sus pasillos en busca de alguna ganga de última hora. En los puestos de frutas y verduras se forman colas largas. En los puestos de pescado, carne y ultramarinos, la visión es muy distinta. Los platos principales de la última cena del año están cambiando junto a las costumbres de los comensales, lo que se refleja en el pequeño comercio, cada vez más desplazado por el inevitable protagonismo de las grandes superficies.

En la Carnicería Loli , del mercado de La Mosca, tienen la suerte de mantener una clientela fija durante todo el año, por lo que las comidas y cenas navideñas únicamente suponen un plus novedoso respecto a lo que están acostumbrados a vender. Chuletas, solomillo, ternera, carrillera y el que, según los carniceros, es el plato estrella de las familias cordobesas en navidad, el rabo de toro . Este año es uno de los productos más demandados. En la carnicería de Loli venden las vértebras de rabo ya cortadas y envasadas. Mientras la carnicera atiende a sus clientes, en el puesto de enfrente están arreglando otra de estas piezas. Los vendedores explican que el precio de este y otros tipos de carne no ha variado de un año para otro y que su venta es irregular durante el trascurso de las fiestas, dependiendo mucho de las decisiones de última hora. «El menú de nuestros clientes en Nochevieja varía mucho en función de lo que hayan comido en Nochebuena », comenta Loli desde la experiencia.

En lo que respecta a los productos del mar, las variaciones son mucho más acusadas tanto en ventas, como en precios y en variedad. Los pescados protagonistas en las mesas son el rape, la sepia, la dorada, los besugos y el salmón , que no suelen dejarse para las compras de última hora. Las prisas se reservan para el marisco, los cuerpos, los mejillones, los langostinos y las gambas . En Pescados Fermín comentan cómo a los comensales, acostumbrados a la rapidez de compra de los grandes almacenes, les gusta adquirir los mariscos ya cocidos, a excepción de las gambas. Es por esto que algunos pescaderos tradicionales se las ingenian para atraer a los consumidores elaborando ellos mismos el salpicón de marisco . Porque si es cuestión de ponderar el precio y el tiempo de compra, el consumidor joven tiende a favorecer el tiempo.

Aunque el marisco tampoco está barato esta navidad. En la pescadería de Rafa señalan una subida de precios de entre el 20 y el 30 por ciento en las almejas , en los chocos y el pez limón . Esto se debe en gran parte a la escasez de algunas especies tras el temporal. En la pescadería de Maribel lo han notado especialmente. Una clienta se acerca a este puesto para preguntar por el precio de una caja de boquerones en vinagre . Cuestan 4,95 y eso escandaliza a la señora. El que la acaba de atender se lamenta. «Yo entiendo que estos precios no los puede asumir una ama de casa pensionista, pero no los puedo bajar más», explica. En el mostrador tiene dos rodaballos por debajo de su precio de compra que asume que no va a vender. «Nosotros compramos una caja al distribuidor, pero ellos compran un cajón entero, así que pueden bajar los precios », explica el pescadero, refiriéndose a las ventas de las grandes superfícies.

Pero esto no es todo. La dueña de Ultramarinos Arco recuerda, decaída, el tiempo que lleva sin vender bacalao para las cenas de Navidad. Para ella, el motivo está claro. La tradición familiar de reunirse en Nochevieja desaparece cada vez más en favor de las cenas en restaurantes y bares. «La gente se olvida de que los restauradores también tienen familia», expone. Incita así a la reflexión sobre la procedencia de los productos .

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación