Televisión

Medio siglo de la proeza del alcalde de Belmez en el programa «Un millón para el mejor»

Rafael Canalejo logró estar seis semanas concursando ante millones de asombrados telespectadores

El alcalde de Belmez Rafael Canalejo junto a Joaquín Prat, con el tractor que ganó en el concurso «Un millón para el mejor» Archivo

J. M. C.

Entre el 29 de abril y el 10 de junio de 1968, hace de esto ya medio siglo , un alcalde de la provincia de Córdoba hizo historia en la televisión española. Se trataba de Rafael Canalejo , entonces regidor de Belmez , quien estuvo concursando durante seis semanas en « Un millón para el mejor », alcanzando la fama a nivel nacional junto a otros concursantes destacados, como fueron Mercedes Carbó, conocida como «La mamá del millón», Rosa Zumárraga Zunzunegu o Paco Ruiz, apodado «El ye-yé del millón».

Además de alcalde, era (falleció en 1998) médico analista y logró demostrar a todo un país que el agro (mejor dicho, la minería) no está reñido con la cultura y que en la Córdoba profunda había gente preparada para salir al mundo y triunfar.

No fue él quien decidió presentarse al concurso que entonces dirigía Joaquín Prat, sino unos amigos suyos que no lograron convencerle para que lo hiciera de motu propio y e nviaron una carta a Barcelona pidiendo su presencia en televisión. El telegrama con la respuesta llegó a manos de su esposa, Inocencia, quien dudó inicialmente en dárselo, pero el alcalde requirió del permiso del gobernador civil , cuyo secretario le llegó a decir: «El gobernador no puede prohibirle nada, pero no es de su gusto que usted participe» y la seca respuesta de Canalejo: « Yo estoy para cumplir órdenes, no para satisfacer los gustos de nadie ».

En una de lñas pruebas tuvo que dirigir el tráfico del centro de Barcelona Archivo

En cualquier caso, el 29 de abril voló de Sevilla a Barcelona y esa misma noche eliminó a otros dos concursantes respondiendo sin ningún fallo a las seis preguntas culturales fomuladas por el presentador. Durante seis semanas continuó en antena haciendo que cada lunes millones de espectadores siguieran sus evoluciones, entre ellos los 8.000 habitantes de Belmez , que llegaban a reunirse apiñados en el Gran Bar, el mayor establecimiento de ocio de la localidad, para animar desde la distancia.

Desde allí vieron cómo superaba la prueba de lanzar tres pena ltys al portero de la selección nacional de fútbol Ramallets , debiendo marcar al menos en un gol. Lo hizo al último intento, muy probabelmente con la colaboración del futbolista. También observaron atentos cómo hubo de convencer al jurado durante tres minutos, de la conveniencia del «no a la guerra» , y una vez conseguido durante otros tres minutos hubo de mantener la postura contraria, es decir, el «sí a la guerra» quedando el jurado convencido en ambos casos sobre su capacidad política.

Un momento del concurso respondiendo a las preguntas de Joaquín Prat Archivo

También logró ordenar con maestría el tráfico del centro de Barcelona , resolvió un complejo problema matemático con tiza y pizarra, cuadró un presupuesto familiar, jugó al billar, modeló una figura con barro o averiguó la composición de un cóctel . En total, superó más de 90 pruebas, casi todas con acierto, y paseó el nombre de Belmez por toda España.

El ganador con el cheque Archivo

¿Lo mejor? el sobre sellado a modo de testamento donde indicaba a qué destinaría el dinero que pudiera lograr concursando y que finalmente fueron 875.000 pesetas . De ese total, 109.375 pesetas fueron para restaurar el Castillo árabe de Belmez ; otra cantidad similar lo empleó en ayudar a la juventud del pueblo; 631.000 para culminar las obras del complejo turístico del pueblo y, finalmente, destinó 25.000 pesetas para sufragar los gastos de una intervención quirúrgica del corazón a la hija de un guardia municipal , Ángela Moreno Muñoz, de 23 años, tal y como recogió en su edición nacional el diario ABC el día 13 de junio de 1968.

Su fama fue tal que Franco llegó a suspender un consejo de ministros para no perderse sus peripecias de Canalejo; el alcalde de Madrid, Carlos Arias Navarro, le hizo entrega del «Garbanzo de plata»; los regidores de Barcelona y Bonn le brindaron un homenaje en la ciudad Condal. No había político o artista en España que no buscara retratarse con el «alcalde del millón». Joaquín Prats, Marisa Medina o Torrebruno visitaron Belmez para saludar al conocido concursante; y el fulgurante torero de la época, el Cordobés, se convirtió en un cliente asiduo del hotel que regentaba ya por entonces Rafael Canalejo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación