¿Por qué Medicina es un grado de moda en la Universidad de Córdoba?

Con el paso de los años prácticamente ha dejado de ser noticia que Medicina encabece el listado de grados -antes carreras- que requieren una nota de corte más alta en la Universidad de Córdoba (UCO). Este curso, con un 12,873, vuelve a repetir con la calificación más elevada y la nada desdeñable cifra de 4.865 solicitudes para sólo 120 plazas.

Es decir, que sólo uno de cada 40 estudiantes que marcaron la opción de Medicina en primer lugar ha alcanzado su objetivo. Expertos relacionados con el mundo de la propia Medicina y la UCO -Facultad y Rectorado- analizan la particularidad de este escenario. ¿Cuáles son las claves del éxito de este grado?

1. Un puesto disputado pero de futuro

Medicina es un grado casi indesbancable a pesar de que no es, ni mucho menos, una garantía de éxito profesional y colocación inmediata.

Así lo pone de manifiesto el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Córdoba, Bernabé Galán. El máximo responsable de este colectivo profesional señala en este sentido que «el estudiante de Medicina sabe que se llevará estudiando un mínimo de 10 años sin que eso le garantice un puesto de trabajo cuando acabe». Añade asimismo que «también saben, o deben saber, que tampoco tendrán un gran sueldo y que sus condiciones de trabajo serán regulares o malas».

A raíz del inicio de la crisis económica, los médicos, al igual que otros empleados que en su mayoría dependen del estamento público, empezaron a perder fuelle en salarios y condiciones. Los gestores de los centros públicos se vieron obligados a reducir el número de contratos y a emplear a profesionales por debajo del 100% de la jornada laboral, además de congelar salarios.

2. Tirón del sistema público

La naturaleza y el funcionamiento del sistema sanitario de España es uno de los argumentos que el decano de la Facultad de Medicina, Luis Jiménez, pone sobre la mesa a la hora de explicar la condición «top» de estos estudios. «El sistema sanitario trasciende a la sociedad española y, por tanto, a la cordobesa, que lo ven como un modelo público y universal», señala Jiménez. Subraya que estos estudiantes, como los de cualquier otro año de atrás, «desde pequeños entienden que todo esto es un valor añadido que, sin duda alguna, influye a la hora de elegir su titulación y su futuro profesional».

3. El efecto «arrastre»

El vicerrector de Planificación Académica, Lorenzo Salas, coincide con el presidente del Colegio de Médicos en otra de las razones, el «efecto arrastre» que tiene esta titulación entre los alumnos. Pero, ¿qué quiere decir esto? Salas lo explica muy fácilmente. «Los alumnos saben casi de antemano que Medicina será el grado que requerirá una más alta calificación y eso les lleva a elegirla entre todas», apunta el vicerrector, que no pasa por alto que en el seno de sus propias familias se cultiva aquello de que «si tienes una nota tan alta por qué no estudias ese grado que requiere una calificación elevada».

El vicerrector asegura que en el extremo opuesto hay otras titulaciones «que desechan los alumnos y que carecen de ese efecto arrastre por el mero hecho de estar siempre entre las que tienen notas de corte más bajas». Entre ellas, algunas de Humanidades que, por unas razones u otras, siguen enclavadas en los últimos lugares de la tabla que cada año aporta el Distrito Único Andaluz.

4. La «pura» vocación

El presidente del Colegio de Médicos vuelve a recurrir a la larga duración de estos estudios y las condiciones «malas o regulares» que tienen una vez que acceden a la profesión. Es por ello por lo que «tenemos que incluir entre las razones que se trata de «pura» vocación. Abunda a este respecto y señala que «tiene una importante carga vocacional».

5. Las casi 50 especialidades

La Medicina, por otra parte, no es una profesión al uso, pues cuenta con cerca de 50 especialidades, y esto también podría considerarse un elemento de importancia capital a la hora de entender su demanda. Así lo pone de manifiesto el decano. «Hay una gama amplia de opciones, que van desde las que tienen más trato con el paciente hasta lo que no tienen ninguno», resalta el doctor Jiménez, que pone los casos del anatomopatólogo, que no tiene trato directo con el paciente, a otros como el cardiólogo, neumólogo, ginecólogo, entre otros especialistas, que sí pasan consulta con los usuarios.

6. La «fuerza» del Reina Sofía

En la «popularidad» del Hospital Reina Sofía radica otra de las razones de peso que llevan a que los jóvenes marquen la casilla de Medicina cuando cursan su preinscripción en la Universidad de Córdoba. Así lo destaca también el presidente del Colegio de Médicos, que entre los estudiantes no pasa desapercibido que «la investigación y la profesión tienen mucha fuerza en nuestro hospital». No hay duda tampoco que el Reina Sofía, y su equipo de profesionales, son un referente y un espejo donde mirarse. Quieren ser como ellos.