Entrevista
Jesús Coca, Asfaco: «Los empresarios sólo quieren que no les pongan palos en las ruedas»
El dirigente abre una nueva etapa al frente de los grandes empresarios con el reto de lograr eliminar trabas
Jesús Coca acaba de sustituir a Miguel Ángel Tamarit al frente de Asfaco y comienza reconociendo su trabajo, en unos años en que además ha tenido que luchar contra la crisis.
-¿Con qué proyectos llega a la presidencia de Asfaco?
-Uno de los pilares que quiero poner de manifiesto es la formación profesional . Es fundamental buscar la excelencia en el trabajador y en el empresario . Y quizá ahí sale mi condición de profesor de la Universidad : es importantísimo el estudio y avanzar. Otra de las cuestiones fundamentales es la investigación, la transferencia del conocimiento, el apoyo de la empresa a las Universidades. También potenciar el emprendimiento, como alternativa al empleo: tenemos que llegar a los jóvenes para que vean que en la posibilidad de generación de riqueza hay un camino profesional.
-¿Qué necesidades tienen los grandes productores y empresarios?
-Todos me dicen lo mismo, que ellos no viven de las subvenciones ni quieren ayudas; quieren que no les pongan palos en las ruedas , que no les pongan problemas a la hora de generar riqueza. Que se hagan los trámites realmente necesarios, y si hay algo que está mal hecho, el que lo haga mal tendrá que asumir la responsabilidad. Pero el 99% de los empresarios hace muy bien su trabajo, trabajan con profesionales de todos los sectores, que hacen su trabajo con eficacia. En pleno siglo XXI tenemos una normativa y unas directivas que son tendentes a la liberalización de todos los sectores en Europa, y no podemos estar con el anacronismo que supone la intervención en la economía y en muchos sectores, sin una justificación en el interés general: es propio de ese sentido intervencionista de la Administración , y en el caso concreto de Andalucía , más acentuado.
-¿Qué esperan, entonces, del nuevo Gobierno de la Junta de Andalucía?
-Hemos mantenido reuniones con la Junta de Andalucía para eliminar las trabas administrativas para el inicio de actividades y liberalización de sectores estratégicos. Llevamos más de un mes luchando por la modificación de la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía , una ley retrógrada y anacrónica. Sólo tiene 17 años, pero se ha quedado obsoleta y pone muchas trabas a la inversión y al capital de fuera de nuestra comunidad. Intentamos que haya alguna iniciativa legislativa.
-¿Cómo influye el que no haya Gobierno en España en la economía?
-Los últimos indicadores dicen que el no tener timonel al frente del Gobierno va a frenar la economía, así se ha dicho. Supongo que a nivel macroeconómico es algo que penalizará a la economía española; esperemos que se pongan de acuerdo y que de alguna manera haya algún tipo de Gobierno más pronto que tarde.
-Algunos indicadores económicos hablan de un regreso de la crisis. ¿Lo temen?
-Hicimos un foro en febrero y vino Daniel Lacalle , y hacía referencia a que no se trata de una crisis, ni de una desaceleración, sino del estado normal de la economía. Entiéndaseme, es como el verano en Córdoba : en los últimos años ha habido 44 grados, pero lo normal son 38, 39 y algún día 40. Nos hemos acostumbrado a algo que no es la realidad. No hay una perspectiva de crisis, pero hay una corriente de normalización de la economía.
-¿Hay preocupación por la demora en las licencias de Urbanismo? ¿Hay esperanzas de que cambie?
-Es un mal endémico de la ciudad, y es algo que hay que revisar por una cuestión de orden público. La Gerencia de Urbanismo , por varias cuestiones y no todas políticas, ha tenido un problema interno que esperemos que se solucione, y parece que está en vías de solucionarse a corto plazo. Al menos se están poniendo los medios. Es verdad que los cambios están siendo tan rápidos y disruptivos que muchas veces cuesta trabajo. Al hablar con la Administración a veces dicen que «las cosas siempre se han hecho así». Y aunque siempre se hayan hecho así, la legislación ha cambiado y hay que cambiarse de sombrero. La Administración tiene que darse cuenta de que, si hasta ahora ha habido un control a priori de la actividad, y eso no lo digo yo, sino la legislación, ahora tiene que pasar a ser un control a posteriori. Es decir, yo voy a empezar a trabajar y usted tiene que controlar que yo trabaje bien, pero no que empiece a trabajar. Usted no me va a autorizar a trabajar de forma previa. Es un cambio de paradigma que cuesta, porque un conocimiento cae en desuso.
-¿Es la flexibilidad laboral la mejor forma de luchar contra el paro?
-Todos los empresarios reclamamos la flexibilización del derecho laboral, lo que se llama la « flexiguridad ». Eso es importante, pero la clave para el empleo radica en una formación de calidad, en una formación profesional. Los empresarios, muchas veces, se sienten huérfanos de verdaderos profesionales. No hablo de abogados, economistas y demás, sino de mecánicos formados, fontaneros, camareros. Hay un vacío que es necesario formar, y eso lo vemos a diario: hay un déficit absoluto de formación profesional. El empresario gana mucho tiempo y mucha producción si el trabajador llega formado a la empresa. En cada casa se trabaja de una forma y se tendrá que adaptar, pero el tiempo que un trabajador lo tenga con esos conocimiento es fundamental para optimizar los recursos de la empresa, absolutamente.
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