Inocencio Arias posa para ABC.
Inocencio Arias posa para ABC. - I.G.
CULTURA

Inocencio Arias presenta este miércoles en Córdoba con ABC sus memorias

La Fundación Cajasol (19.00 horas) acoge este acto con el que fuera embajador de España en la ONU

CÓRDOBA Actualizado: Guardar
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Quien fuera embajador de España en la ONU y exportavoz de Exteriores Inocencio Arias (Almería, 1940) presentará este miércolessus memorias «Yo siempre creí que los diplomáticos eran unos mamones» (Plaza & Janés).

Lo hará este miércoles 26 de abril, a partir de las 19.00 horas, en el Encuentro con la Historia de ABC Córdoba, que cuenta con el patrocinio de la Fundación Cajasol, en cuya sede (Ronda de los Tejares, 32) tendrá lugar este acto con entrada libre hasta completar el aforo..

En una entrevista para este periódico, Arias, quien durante su carrera acompañó a Adolfo Suárez a visitar a Fidel Castro, recuerda que Castro «era muy listo, un histriónico astuto y un actor demagogo. Durante nuestra visita, Castro habló de forma elogiosa de Franco, lo cual sorprendió a los periodistas españoles».

Sobre Podemos, afirma que el poder les moderaría, «pero harían locuras por el camino; a lo mejor nos arruinarían en el proceso». En este sentido, es rotundo: «En materia internacional, Podemos podría ser todavía peor que Zapatero, más insensatos. Son soñadores irrealistas –quiero presumir que bienintencionados–, con una vena totalitaria y leninista».

En sus memorias explica, entre otras cosas, el papel de José María Aznar en el seno de la ONU en los días previos a la guerra de Irak. «Aznar consideró que el sitio de España como aliada de EE.UU. era ese. Tal vez habría que preguntarse si nos metimos demasiado en la cama con nuestros aliados entonces. Yo, personalmente, lo hubiera apoyado, pero no con tanta implicación, para empezar porque estábamos convencidos de que Irak tenía armas de destrucción masiva.

Arias, que trabajó en el «cuerpo a cuerpo» con varios presidentes del Gobierno afirma que Suárez «era muy seductor, muy persuasivo en las distancias cortas». Mientras que González «en televisión daba mejor». Aznar, en el trato, «era más abrupto, si bien en las relaciones internacionales tenía una característica que le hacía muy apreciado. Sus enemigos lo negarán hoy, pero tenía palabra».

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