DIPUTACIÓN

Impugnan un presunto caso de puerta giratoria en la empresa de aguas de la Diputación de Córdoba

UGT intenta parar la contratación como fijo del exgerente sustituido por dos militantes del PSOE

El presidente de Emproacsa, Esteban Morales, en la constitución de la corporación provincial Álvaro Carmona
Rafael Ruiz

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Los tribunales de justicia tendrán que examinar la legalidad del lío que ha montado el equipo de gobierno de la Diputación Provincial de Córdoba, donde en apenas tres meses han pasado tres gerentes por la empresa de aguas, Emproacsa , acabando en lo que tiene pinta de ser una operación de puerta giratoria al viejo estilo. La primera consecuencia del baile de ejecutivos, buena parte de ellos con carné del PSOE , se tendrá que ver próximamente dada la determinación de UGT de llevar al examen de la justicia las oposiciones con las que se pretende nombrar como personal fijo de la casa con cargo de jefe de servicio de depuración al que ha sido gerente de la empresa provincial de aguas durante los últimos diez años, Luis Moya.

Es un verdadero lío producto, según algunas fuentes, de mecanismos internos del PSOE por buscar acomodo a personas que se habían quedado sin cargo durante los procedimientos electorales. El caso arranca el pasado octubre cuando el gobierno de la Diputación decide relevar a Luis Moya , un hombre con perfil técnico que llevaba una década en el cargo de gerente de Emproacsa . Moya fue relevado e indemnizado. Le sustituyó un exalto cargo del PSOE en el Consistorio lucentino, José Cantizani Bujalance .

De los candidatos, el que tiene mejor puntuación es el gerente al que se acaba de destituir

Cantizani dejó la política para regresar a su puesto de instituto tras ser mano derecha del alcalde lucentino, Juan Pérez , y presidente y consejero delegado de la sociedad Aguas de Lucena. Apenas un mes después del cambio, Emproacsa lanza unas bases para la provisión interna mediante ascensos para nombrar un jefe de área de Depuración de Aguas residuales . Nadie se presenta a las oposiciones porque, dicen las críticas a la convocatoria, los criterios creados eran incompatibles con el perfil técnico de empleado alguno de Emproacsa.

Se pide un ingeniero superior o licenciado en Químicas , Biológicas, Ambientales, Bioquímica, Ingeniería Química , Farmacia o equivalente con 12 créditos, al menos, dedicados a depuración de aguas. Se piden también dos años de experiencia como jefe de servicio o cuatro como jefe de departamento en Emproacsa. Nadie se presenta y se declara desierto. Esta es la parte que UGT tiene impugnada.

Requisitos

Apenas quince días después de publicarse las primeras bases, Emproacsa lanza la convocatoria pública definitiva a la que puede presentarse cualquiera que cumpla los requisitos. Pide la misma titulación pero exige dos años de experiencia ejerciendo la dirección superior de depuración para una población de más de 100.000 habitantes . De todos los candidatos que se presentan, seis, solo dos reúnen los requisitos para el cargo. El que tiene mejor puntuación es el exgerente recientemente destituido. En los próximos días podría estar concluido todo el proceso que lo hace personal fijo y directivo de la empresa pública tras su reciente destitución. El listado de admitidos se publicó el 17 de diciembre y la prueba de aptitud, dos días después. Un verdadero récord.

El pasado 19 de diciembre, el consejo de Emproacsa conoce la propuesta de su presidente, Esteban Morales , de destituir a su gerente, José Cantizani, tras cumplir dos meses en el cargo. Sin que se dé (ni se pida) explicación alguna, Morales dice al consejo que el nuevo gerente será Francisco de Paula Algar , también militante socialista de la agrupación de Lucena. Algar es licenciado en Económicas y ha desarrollado su carrera de forma preferente en cargos vinculados al PSOE. El último de relevancia fue el de delegado de Medio Ambiente de la Junta donde fue muy criticado, precisamente, por la ausencia de inversiones en materia de depuradoras de aguas residuales. Se quedó sin cargo tras las autonómicas. Todos los exdelegados tienen derecho a percibir doce meses de cesantía cuando dejan el cargo.

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