Fuengirola es desde hace años una colonia de cordobeses
Fuengirola es desde hace años una colonia de cordobeses - J. J. MADUEÑO
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Fuengirola, el barrio número 51

Así es la colonia cordobesa en la localidad de la Costa del Sol: un elemento fundamental para la economía de la zona

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Cuando llega agosto y el sol azota Córdoba sin piedad, los cordobeses buscan refugio en la costa. Una gran mayoría de los que salen huyendo del duro estío llegan a Fuengirola, donde en la zona de Los Boliches se ha convertido en la principal masa social. «Para buscar cordobeses tienes que ir allÍ», aseguran en el Ayuntamiento de Fuengirola. Tanto es así que la plaza central de esta barriada lleva el nombre del Arcángel San Rafael. Es sólo un guiño en una zona donde, según el tipo de negocio, en verano el cordobés puede representar hasta más del 80 por ciento de la clientela. Una masa social que convierte Fuengirola en el barrio 51 de la capital cordobesa.

La alcaldesa, Ana Mula, tiene una teoría: «es el punto más cercano a la costa desde Córdoba».

La llegada del cliente cordobés tiene una incidencia directa en la economía del lugar y se nota sólo con caminar por la zona. Allí en los puntos de venta de prensa los periódicos cordobeses lucen junto al resto de medios nacionales e internacionales. «El 20 por ciento de la prensa que se vende en verano es cordobesa», asegura Carmen García, que atiende en Papelería Luis y explica que son medios que en este lugar «gozan de buena tirada». Los empresarios del sector dicen que deben estar con la preocupación de «tener suficientes ejemplares» de todos los medios provinciales. «Sólo nos llegan en Semana Santa y en verano, que es cuando el cliente cordobés puede llegar a ser el 30 por ciento de los que pasan en total por el establecimiento», remarca.

En los pisos

«Cuando vienen a comprar un apartamento muchos no entienden el negocio como un lugar donde ganen las dos partes, sino un trato en el que tienen que ganar ellos lo máximo, aunque caigas en pérdidas», lamenta Francisco Javier Gómez, director de Inmoalmar, quien asegura que son el 50 por ciento de su clientela y que llegan a sobrepasar el 70 por ciento de los compradores de vivienda nacionales en la zona. «El problema es que la propiedad que se vende a un cordobés no vuelve a salir al mercado. Pasa de padres a hijos y no vuelve a salir. No se mueve el mercado en la zona», afirma el agente inmobiliario, quien asegura que las cifras en la reventa de propiedades adquiridas por cordobeses «no llega al uno por ciento».

El cordobés quiere playa y eso hace que haya lugares donde su presencia masiva no tenga apenas incidencia. Las agencias de viajes no viven de este segmento de cliente. «En nuestro caso no representa ni un ocho por ciento de las personas que pasan por la oficina», explica Inmaculada Huertas de Next Stop Travel, quien añade que «no es un turista aventurero». «Para ellos esto es un destino, no un lugar donde contratar las vacaciones. Pueden llegar y comprar algún billete de AVE, alguna excursión o un circuito.

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