Flores para la Virgen de los Remedios

La Virgen de los Remedios ha vuelto a pasear triunfante durante este fin de semana por la campiña cordobesa en su tradicional romería del mes de junio. Las temperaturas parece que han dado una ligera tregua a los miles de romeros que se han desplazado hasta el paraje de la Fuente de don Marcelo, dónde se sitúa su ermita, entre Aguilar y Montalbán.

La Pastora de la Campiña salió de Aguilar el sábado a las nueve y media de la mañana acompañada por unos 7.000 romeros y sus hermandades filiales. Durante el trayecto se vivieron momentos de emoción al paso por la fuente de La Jamí dónde se bautizan los devotos que hacen por primera vez el camino. También fue especialmente emotivo el rezo del Ángelus en el monumento a la Virgen. Y, sin duda, cuando los romeros bajan a la Señora de Aguilar de su carreta tirada por bueyes y la portan a hombros hasta el santuario constituye otra de las estampas inolvidables.

Una de las principales novedades este año es que la imagen ha llegado a su santuario atravesando la calle en la que se sitúan las sedes de las hermandades filiales, algo que no se producía desde hace once años. La entrada en la ermita tuvo lugar cerca de las dos de la tarde arropada por centenares de personas que la vitoreaban y le entonaban los tradicionales cantos de su coro romero.

Durante la madrugada del domingo se han ido sucediendo los denominados turnos de oración por parte de todos los devotos. Mientras tanto la animación fue excelente en las casas de cada una de las hermandades romeras. Las candelas sirvieron de puntos de reunión en los que fraguar un rato distendido en un paraje que está regado por las aguas del río Cabra.

Ya en el mediodía de ayer domingo la Misa de Romeros en el patio del santuario constituyó uno de los ejes centrales en el acervo religioso de la romería. El recinto se quedó pequeño para acoger a todos devotos llegados desde Aguilar y otros puntos de la comarca. Y la romería fue llegando a su final cuando a las siete de la tarde la Virgen y sus hermandades emprendieron el camino de regreso hasta Aguilar. La entrada en el pueblo también fue multitudinaria y la Virgen paseó por unas calles engalanadas durante todos estos días por los vecinos.