LA CERA QUE ARDE
Festivales
Celebremos el río y tal. Pan y circo. Colegas colocados. Barras con cubatas, bailes, taichí... Ríomundi
Me quedé esperando un ministro afroamericano (lo que antes llamábamos negro o de color) en el festival ministerial. O un ummita. Si tenemos un astronauta , y a Carmen Calvo , la cuota se puede ampliar para hacer más guay el consejo de ministros. Pero en vez de un ummita salió Maxim , que viene a ser lo mismo pero por tuiter. La cuota cordobesa ha salido bien parada y los cordobeses y cordobesas estamos muy satisfechos porque hemos colocado dos compatriotas con cartera ministerial. Escribo «hemos» porque los cordobeses somos muy dados a la solidaridad mayestática . De hecho, muchos susanistas con sueldo ya son amigos de Planas de toda la vida y en realidad han colaborado telepáticamente enviando ondas alfa y pensamientos positivos al cerebro de Pedro Sánchez para que Planas y Calvo estuvieran ahí. Los poderes paranormales de la política no deberían subestimarse: quién nos iba a decir que iba a estar lloviendo en junio, que en menos de una semana se ha ido Mariano y que un colaborador de Iker Jiménez sería secretario de defensa. O que Ricardo Rojas se presentará a las municipales con una agrupación de electores.
Bueno, esto último no es paranormal sino normal en quién no quiso tirar la toalla y sigue demostrando que la ley de la inercia es más fuerte que la de la gravedad. Si Pedro Sánchez nos ha sorprendido con el consejo de ministros de más postureo de la historia contemporánea española, en términos locales y domésticos, de Ricardo Rojas podemos esperar sorpresas y entretenimiento. Todo puede ocurrir en la ciudad que ahora ve cómo un exconcejal -el anteriormente conocido como Sandokán - está pendiente del tercer grado o un exalcalde joven y dinámico es devuelto del foro sin cargo ni oficio. Lo de aquí no es normal y lo comento sin ánimo de ofender sino de corroborar. Riomundi , por ejemplo.
Un festival. De cosas de ríos o algo así, parece ser. Obvio es que tenemos un río, ciertamente, pero no en el sentido fluvial de otras ciudades donde también tienen río. Ni tan siquiera el entorno es como en otras localidades con río. Un embarcadero sin barcas, por ejemplo, al que se llega palpando porque hace años que robaron las luminarias de la zona. Molinos derruidos , o cerrados, o rodeados de mierda . Empleo la palabra malsonante porque mucho de lo que rodea al río es realmente mierda de la que huele mal y eso. La Ribera es bonita , por ejemplo, pero el tufo que te llega de la zona que sufre el limbo Ayuntamiento- Junta- Confederación solo es comparable al tamaño de los mosquitos o los tábanos que nos atacan a su paso. Allí se han puest o barras con cubatas , taichistas haciendo reiki, mozas moviendo el vientre y a Medina Azahara tocando . Celebremos el río y tal. Pan y circo. Colegas colocados. Festivales de distracción, como el que llevará las riendas de España en los próximos años de la mano de los que de la política hacen espectáculo y golpe de efecto . También es verdad que la alternativa gris y soberbia que ahora se ha ido ha ayudado al golpe de timón, por eso vienen tiempos de festivales. La risa se acabará cuando nos venga la próxima declaración de la renta .
O nos muerda un tábano a la altura de la ermita de los Mártires.
