RELEVO SOCIALISTA

De empleado a jefe del PSOE de Córdoba

Antonio Ruiz, nuevo secretario general electo tras rechazarse los recursos

Antonio Ruiz semanas antes de su proclamación ARCHIVO

RAFAEL RUIZ

Antonio Ruiz Cruz (L’Hospitalet de Llobregat, 1970) es desde ayer el nuevo secretario general electo del PSOE de Córdoba. Se convierte en el jefe después de haber sido durante muchos años subalterno. Lo hace tras la decisión de la Comisión de Garantías, cuyo criterio para excluir a la sanchista Teba Roldán ha sido puesta en entredicho por militantes de la trayectoria de Pedro Rodríguez Cantero, quien ha llegado a reclamar la repetición de las primarias que no han llegado a la fase de urnas. Ruiz, que era el favorito, ha ganado en la fase de los avales. La barrera del 20 por ciento de la militancia creada para eliminar cualquier opción de visibilidad de la minoría y que está llamada a desaparecer del reglamento federal del partido.

Antonio Ruiz, que era el favorito, ha ganado en la fase de avales

Alcalde de Rute, presidente de la Diputación y secretario general del partido. Hay que remontarse mucho tiempo atrás para encontrar un jefe orgánico de los socialistas que acumulase tanta relevancia orgánica. Quizá José Mellado, que nunca llegó a ser alcalde de la capital aunque sí todopoderoso portavoz municipal. La diferencia sustancial es que Ruiz ha sido durante muchos años lo que se conoce como un fontanero. Una persona ligada a la estructura que se ocupa de determinados aspectos institucionales y orgánicos.

Ruiz estudió Periodismo en la Complutense aunque su currículum oficial se limita a las actividades políticas y no reseña las actividades profesionales previas. De su oficio, solo quedan las colaboraciones de opinión más o menos esporádicas que desarrolló con medios escritos de la ciudad. Entró en el PSOE en 1998, la fecha en la que empezó a colaborar con los socialistas en algunas campañas electorales de las municipales de su zona de influencia. En 2003, tomó posesión de su cargo de concejal en Rute por primera vez aunque la práctica totalidad de su carrera la desarrolló en los despachos de la Diputación.

Con Francisco Pulido de presidente y Rafael Velasco de vicepresidente en proceso de rodaje, el actual jefe del PSOE fue asesor de programas de innovación, uno de esos cargos que se crean en el Palacio de la Merced para no se sabe qué. Luego fue diputado de Participación Ciudadana y Consumo.

Rafaela Crespín será el número dos de acuerdo al pacto para no dividir al oficialismo

El salto lo dio con Juan Pablo Durán en la secretaría general que lo eligió como su responsable de Organización en 2012, desde su anterior cargo como secretario de comunicación e imagen. El responsable de la propaganda del partido y de la gestión de medios.

Desde la marcha de Durán al Parlamento, su papel en el partido ha sido creciente aunque la presencia en la primera fila de la política todavía está por contrastarse. La institución provincial sigue siendo una entidad pública que sale en las páginas interiores.

De su equipo, se sabe que la delegada del Gobierno andaluz, Rafaela Crespín, será su número dos. Se trata del acuerdo alcanzado para evitar una división del oficialismo que fue comunicada a la dirección andaluza. Decir, sin embargo, que la ejecutiva será integradora es mucho avanzar. En el oficialismo no existe ni la más mínima intención de conceder un lugar al incipiente grupo crítico. Y el desarrollo de los acontecimientos indica que el secretario general electo va a tener que negociar mucho en el congreso para que las familias del PSOE, que son muchas, se vean representadas.

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