INTEGRACIÓN SOCIOLABORAL

El ejemplo de inclusión de Juan Antonio Aguilar: de alumno a empleado en el colegio Ahlzahir de Córdoba

El síndrome de Down de este cordobés no le ha cerrado las puertas del empleo y acaba de renovar su contrato en el colegio

Juan Antonio Aguilar, en plena jornada laboral Valerio Merino

Rocío Linares

Apenas se distrae de su labor y la realiza con tal diligencia que cuesta interrumpirle. Juan Antonio Aguilar ayuda a preparar el comedor en el colegio Ahlzahir, donde se formó desde la etapa de Primaria hasta Bachillerato. El mismo centro que hace un año le contrató y acaba de renovarle por un año más. Su capacidad y su compromiso son su aval y le han convertido en un profesional «excelente», según su preparadora laboral y el director del colegio, Alfonso Jiménez. Aguilar tiene Síndrome de Down y por eso además de un buen trabajador, es un ejemplo de inclusión. Uno de esos «campeones» que tienen que hacerse visibles.

«Llego por las mañanas y arreglo los patios, vacío las papeleras y barro las hojas», cuenta Aguilar. «Después tengo desayuno con los compañeros , el momento más diverido del día y más tarde empiezo en el comedor a colocar las bandejas, cubiertos, servilletas y vasos para la comida de los alumnos», explica mientras mueve carros de menaje con su gorro y delantal.

Juan Antonio, con el uniforme del colegio V. Merino

Apenas hace unos días que comenzó con esta tarea, cuenta su preparadora laboral , Patricia Cobo. Y es que después de un tiempo dedicado solo al mantenimiento, el centro ha considerado que podía ayudar en el comedor y Cobo le asiste en las dudas que pueda presentar por su «nuevo trabajo». La preparadora pertenece a la Asociación Down Córdoba y se encarga de gestionar la inclusión sociolaboral de sus socios.

Con Aguilar y con tantos otros siguen la metodología de empleo con apoyo en la que asisten a los nuevos trabajadores hasta que tienen su rutina interiorizada. En el caso de Juan, destaca el alto nivel de autonoía adquirido. «Se desplaza solo en autobús, respeta los horarios, cumple con sus tareas y su relación con los ompañeros y con alumnos del centro es muy buena», cuenta Cobo. Tanto que cuando se mueve por los pasillos va cruzando saludos. «Adiós Juanito», le dicen de forma amistosa, mientras él avanza derrochando familiaridad por donde pasa. «Se siente como en su casa» , apunta el director de Ahlzahir, «y para nosotros es un satisfacción».

Lo mismo siente Juan, que sintetiza orgulloso: «fui alumno y hoy soy profesional» . Aunque para el colegio su puesto representa mucho más que un empleado. Es por un lado el éxito de su educación inclusiva, donde «los alumnos con alguna discapacidad reciben las clases con el resto de compañeros», explican desde el centro. Y es también el reflejo de su apuesta por la «diversidad» y por dar «visibilidad» al talento de los que son diferentes.

Los alumnos tienen especial cariño en el colegio porque a «Juanito» le encanta bromear V. M.

«El resto de alumnos se empapan de los valores que representa Juan Antonio. Su espontaneidad, su alegría y optimismo, también su sencillez y su forma de ver las cosas fáciles, de restar competitividad al juego y disfrutar de lo es importante. Realmente hace un bien muy grande al colegi o », explica Juanjo Jiménez. Sus palabras se ven reflejadas en las vivencias que relata Aguilar, en las que cuenta que a veces sale al patio con los alumnos, «pero no me gusta verlos pelearse», confiesa, y por eso les separa. «Yo no soy director, ni profesor, ni nada, pero...» aclara el joven que da lecciones con su comportamiento.

Cuando termina su jornada, Juan Antonio se ata los cordones de sus zapatillas de fútbol para jugar en el Córdoba CF Genuine , el equipo que integra a personas con discapacidad intelectual y que compite en su particular Liga de fútbol profesional. «Soy defensa, como Casimiro y Sergio Ramos», explica Aguilar dejando claro que su equipo favorito es el Real Madrid, «aunque también el Córdoba CF». Además del deporte, a Aguilar le gusta el piano y lo practica en clases una vez a la semana. También le gusta ecuchar a Luis Fonsi y Camarón e incluso se atreve a cantar cuando está con su amigo Manolo Romero .

Su familia y el centro coinciden en que la realidad de Juan Antonio se identifica con la que muestra la película «Campeones», premiada con dos Goya , que representa la gran pantalla de visibilidad e inclusión que necesitan estos otros protagonistas y estrellas en su día a día.

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