Variante Oeste

Diez años del puente de Ibn Firnás de Cordoba, la «estructura épica» para el científico que quiso ser Ícaro

El ingeniero José Luis Manzanares volcó en el paso fluvial su relación sentimental con la ciudad en la que empezó su carrera

Panorámica del puente Ibn Firnás de Córdoba con la ciudad al fondo Valerio Merino
Rafael Aguilar

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Que Abbas Ibn Firnás sea conocido en Córdoba es mérito en gran medida del ingeniero sevillano José Luis Manzanares , el autor del puente que lleva el nombre del científico y sabio de Ronda que se afincó en Córdoba durante el Califato y que en el año 852 fabricó un artilugio para volar y se lanzó desde la torre de La Arruzafa , muy cerca del sitio en el que está emplazado el Parador .

El hombre estuvo tres o cuatro minutos planeando y aterrizó junto al río, y de muy mala manera: el experimento casi le cuesta la vida. «Me olvidé de que para ser pájaro no solo se necesitan alas: también hace falta una cola», dicen los escritos de las época que se lamentó Ibn Firnás, que arrastró hasta el final de su vida dolores intensos por las lesiones que se hizo al tomar tierra y cuya aventura le valió no pocas mofas de los cronistas omeyas a los que no les caía bien.

Recreación virtual de la obra cuando estaba en proyecto ABC

Ayesa , la empresa de Manzanares , ganó en 2004 el concurso del Ministerio de Fomento para construir el tramo sur de la Variante Oeste , que enlaza la A-45 y la A-4 casi en la Cuesta de los Visos con la N-437 (Carretera del Aeropuerto). La obra, de seis kilómetros y dotada con 83 millones de euros, incluía un paso fluvial a la altura de Casillas , y que hizo el quinto de la capital (tras el Romano , el de San Rafael , el del Arenal y el de Miraflores ) y el último que se ha inaugurado. Este jueves 14 de enero de 2021 hace diez años de la puesta en servicio de una infraestructura que para su autor constituyó una oportunidad para reencontrarse con su pasado y con sus inicios profesionales.

«Mi primer destino laboral fue en Córdoba , en 1964 , en la sede de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), y guardo un recuerdo muy bonito de aquella época. En 2004 volvía a la ciudad para hacer un puente. Me ilusionaba», asegura el ingeniero.

¿Y por qué se inspiró en el sabio árabe que quiso ser Ícaro con más voluntad que acierto? «Soy el padre de una teoría sobre los puentes urbanos: y es que se trata de una oportunidad que tiene una ciudad de hacerse con un tesoro urbanístico. A mi concepto de puente urbano lo denomino 'estructura épica', y consiste en intentar que con ellos se escriba una historia de la ciudad, lo que ocurre es que en vez de con pluma y papel nosotros lo hacemos con hormigón y acero », indica José Luis Manzanares .

Manzanares: «Los puentes de Córdoba, salvo el Romano, no tenían hasta entonces un sello de distinción»

El autor partió de otra premisa: «Los puentes de Córdoba , salvo el Romano , no tenían un el sello de distinción. Cuando empecé a pensar en su diseño me centré en la época del Califato , que es cuando la ciudad fue importante. En Córdoba era muy poco conocida la figura de Ibn Firnás, pero yo sí sabía de él: fue un científico malagueño que vivió en el Califato y al que se le considera el padre de la aviación, aunque en los libros sobre ella apenas se le cita».

Dibuto del ingeniero que firmó el paso fluvial ABC

La solución elegida está a la vista desde hace una década: un puente de gran luz, con dos vanos de 170 metros y con una pila central y dos arcos espaciales de hormigón y acero que se abren hacia los bordes simulando dos alas. «Es un puente atrevido, esbelto», resume Manzanares , que también quiso con su obra hacerle un homenaje a su gremio.

«Como ingeniero me quejo de que estamos poco reconocidos, a diferencia de los arquitectos o de los científicos , y de que a veces la gente nos ve como mecánicos cualificados solamente. Con el puente de Ibn Firnás hay un reconocimiento al ingeniero de la corte», i ndica quien firmó el Puente del Cachorro para la Expo 92 de Sevilla , el de la Granadilla en Tenerife (le ganó un concurso a Calatrava ), y el del dragón de Alcalá de Guadaira . Manzanares es el autor, además, de un paso fluvial que está cerca de empezar a construirse en Riad .

Dibujo de José Luis Manzanares ABC

Concebido para ayudar a la descarga del tráfico pesado en el sistema viario de la capital, la pasarela de Ibn Firnás ha vivido sus primeros diez años con menos protagonismo en la ciudad del que estaba llamado a ocupar. El cierre pendiente de las conexiones de la Variante en la que se inserta y la zarpa del vandalismo le han restado lucimiento, a tal punto que durante meses estuvo sin iluminación por el robo de los cables de cobre. Además, ha tenido que vérselas con las crecidas del río Guadalquivir , que llegaron incluso a esconder por el alto nivel del cauce el tablero por el que circula el tráfico.

José Luis Manzanares acepta con resignación que su obra mayor en Córdoba -tiene otras, pero de tipo hidraúlico , como la mejora del regadío del Genil-Cabra - haya estado en el punto de mira de los desaprensivos. «Los puentes son víctimas con frecuencia de este tipode agresiones: están en solitario, cuesta dinero mantenerlos. Un puente se presta mucho a ser vandalizado: es una carga que tenemos que soportar», concluye el ideador de la teoría de la «estructura épica» que ha logrado meter en el imaginario colectivo de los cordobeses al voluntarioso y valiente aviador del califa .

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