El juez envía a prisión a los detenidos por la macroplantación de Lucena

La operación conjunta entre las policías Local y Nacional de Lucena que este miércoles logró descubrir una plantación intensiva de marihuana indoor en el polígono industrial Príncipe Felipe de Lucena se ha cobrado en las últimas horas un sexto detenido, que a última hora de la tarde de ayer pasó a disposición judicial junto al resto de componentes de este clan dedicado a la producción de marihuana y su posterior distribución, fundamentalmente en la Costa del Sol. El juez que lleva el caso decidió que ingresaran en prisión acusados de formar una agrupación criminal para la comisión de un presunto delito contra la salud pública.

Cuatro de los arrestos se realizaron en la noche del lunes tras intentar atropellar a uno de los agentes municipales que intentaban interceptar a los miembros de la banda en un control rutinario.

Los agentes notaron el fuerte olor a marihuana que despedía el vehículo y procedieron al arresto. El miércoles cayó un quinto componente del clan, natural de Córdoba y al parecer residente en Lucena. Al parecer, es el encargado de la plantación. Sin embargo, los agentes sospechaban que no era posible gestionar esa infraestructura tan compleja en solitario y podía haber más implicados.

Presentación voluntaria

Fruto de las investigaciones, y tras requerir la presencia de una sexta persona, se produjo ayer la última detención. Otro hombre, que optó por presentarse voluntariamente en la comisaría lucentina en compañía de su abogado, quedó igualmente detenido. Según las primeras informaciones, entre los detenidos no figuraría el propietario de la nave, que se habría limitado a alquilar la instalación sin tener conocimiento de la actividad a la que iba de destinarse.

Todo apunta a que el grupo desarrollaba su actividad principalmente en la costa malagueña y habrían optado por Lucena para ubicar la plantación por la ubicación de la ciudad, en el centro de Andalucía y cerca de la autovía, la abundancia de naves industriales vacías y la posibilidad de pasar desapercibidos. Los dos últimos detenidos, cordobeses, serían los encargados de cuidar el complejo, en la que se hallaron más de 2.000 plantas de marihuana y una compleja infraestructura diseñada para obtener el máximo rendimiento de la misma y acelerar su crecimiento.