El crimen de Moreras en Córdoba, en cuatro claves

¿Hubo premeditación?

Las defensas de los procesados hasta la fecha (el autor material de los hechos, su hermano y la madre de ambos) tratarán de demostrar que la reyerta no fue planificada , que sus representados no idearon el ataque de forma premeditada. Así, los encausados, en sus primeras declaraciones, han explicado por activa y por pasiva que la mañana de autos acudieron a Moreras para hablar con un familiar (hermana de la madre de los inculpados), que refería un conflicto con unos vecinos de la zona [habían pegado a su hijo de 13 años].

De este modo, los tres detenidos señalaron al juez que «fueron solo a hablar [con su familiar] sobre los que había pasado», «no fueron a vengarse» y «no iban armados» .

Cuando llegaron a Moreras se encontraron con el ahora fallecido y su padre con una catana y un cuchillo . El autor material dijo en un principio que este fue el escenario; sin embargo, tras esta afirmación hizo una aclaración que había pasado por alto: señaló que primero habló con el padre de la víctima, que en ese momento no iba armado , y que fue justo después cuando tanto el fallecido como su padre reaparecieron con la catana y el cuchillo .

¿La agresión fue alevosa o en defensa propia?

¿El autor quiso matar a la víctima o solo se defendió? Esta es otra cuestión determinante para inclinar la balanza de un lado (homicidio) o del otro (asesinato). El principal acusado explicó al juez que «intentó pegarse al chaval [la víctima] para que no le diera un 'catanazo'» , que cogió un cuchillo del suelo y que cuando el joven le clavó la catana en el brazo, le apuñaló, porque «solo pensaba que iba a acabar muerto» . También aseguró que «apuñaló donde pudo, estaba nervioso» y que «tenía miedo».

No obstante, a preguntas de la Fiscalía apuntó que «sí es cierto que lo inmovilizó [al fallecido] durante un rato» , aunque hizo rápidamente una aclaración: la víctima lo estaba agarrando a él de la cintura» y que «no sabía si estaba absolutamente inmobilizado ya que le dio una puñalada en el brazo».

¿Es acusado tenía sus facultades intactas?

El acusado principal en este procedimiento ya dejó caer, a preguntas de su abogado, que el día de los hechos «había consumido Tranquimazín y Orfidal, sobre las 9.30 o las 10.00 [una hora antes de la agresión mortal]» , que consume habitualmente y que antes tomaba mucha droga.

La estrategia de la defensa pasará, problemente, por solicitar alguna eximente por tener en el momento de los hechos sus capacidades cognitivas y volitivas afectadas . Es más, el día que pasó a disposición judicial, el abogado del autor del crimen solicitó la realización de pruebas toxicológicas.

¿Hubo ensañamiento?

El ensañamiento es una circunstancia agravante de la responsabilidad criminal específica del asesinato. Esta cuestión se aclarará con los resultados de la autopsia . El acusado afirmó ante el juez en esta primera fase de la causa que no recordaba cuántas puñaladas le dio, «creo que fue una» .

El Ministerio Público, en el acta de comparecencia, señala, por su parte, que el procesado tenía a la víctima inmobilizada en todo momento y que pese a dicha circunstancia, «le asistió con un cuchillo varios golpes provocándole la muerte» . Concreta, además, que en los vídeos que grabaron los vecinos no se ve «en modo alguno» que el fallecido agrediera con la catana al investigado.