Javier Tafur - El Estilita
Cordobeses arriba y abajo
Carmen Calvo no tendrá tiempo para aplicar un programa pero sí para dar titulares sin contenido
Ha sido llegar y besar el santo . Carmen ha justificado ya con creces su nuevo pase por la escena política . No le ha hecho falta vestirse otra vez de Ágatha Ruiz de la Parada. Ni referirse a ese dinero público que no es de nadie. Ni siquiera ponerse en bragas para hablar por teléfono con los alcaldes. Su consejo de ministras y ministros , que viene a ser más bien de ministras y algún ministro, ha superado las espectativas mediáticas más halagüeñas . La fórmula, mentada como un mantra por los miembros obedientes e ignorada solo por los tres que tienen peso específico propio, ha marcado la impronta de lo que ha de esperarse de este gobierno : titulares carentes de contenido . Tampoco tendrá tiempo para otra cosa. Un año escaso hasta las elecciones autonómicas y municipales sin apoyos suficientes para aplicar un programa. Por tanto, no habrá programa . Pero sí declaraciones suceptibles de recogerse en negrita .
Y para esta labor no duden que sirve la señora Calvo . No obstante, Soraya Sáenz de Santamaría puso de manifiesto el otro día un hecho cuyo significado último creo que ha pasado desapercibido. «Si tengo que aplaudir yo... empiezan ustedes mal». Lo dijo la vicepresidenta saliente al darle la cartera a la entrante. Y es que ninguno de los compañeros allí presentes se arrancaba a ensayar las palmas protocolarias. ¿Timidez provinciana? ¿O, más probablemente, desapego indisimulable? ... Carmen Calvo tiene un problema y es que no suele ir creando simpatías a su alrededor. Y menos entre sus iguales. Famosos eran sus desencuentros andaluces con Magdalena Álvarez y con Rosa Aguilar . La pugna con la segunda le costó su primera retirada de la política. Veremos como gestiona el nutrido gineceo de Sánchez. En este sentido, hay que reconocerle a Ambrosio la rara habilidad de haberla invitado en su momento al conato de comisión anticlerical que pergeñó con Mayor Zaragoza . Cuando aún nadie podía presagiar la circunstancia actual. Estas cosas se agradecen. Por ahí puede la alcaldesa salvar «in extremis» su renovada candidatura. Sabiendo en todo caso que va a tener a Susana en frente si se alía con la egabrense.
Reconozco que no esperaba el retorno triunfante de Carmen Calvo , pero sí el tristón y forzado de José Antonio Nieto , aunque no tan pronto. Si la cosa hubiera aguantado hasta las próximas elecciones, Nieto hubiera encajado encabezando la candidatura de las generales. Ahora urge buscarle algún acomodo mientras tanto. De los dos ceses actuales de cordobeses, Nieto y Primo , el segundo tiene a donde volver, pero el primero no . ni siquiera a recuperar un despacho de abogado. Y perciban ustedes que el partido cierra filas rápidamente y ocupa los huecos de los caídos. Yo no dudo que para sus compañeros Nieto siga siendo un «referente» y resulte «un lujo contar con el», si bien estas expresiones indican, como poco, que no consideran el trance dentro de la normalidad. Pero parece que a la amortizada estrella del PP cordobés le queda otra opción, al menos. Los maliciosos dicen que Ricardo Rojas ha olvidado viejos resentimientos y le ha ofrecido el número dos de su presunta candidatura a las municipales . Los doblemente maliciosos dicen incluso que Nieto se lo está pensando.
